Mateo 5:33-37
La gente recurre al juramento o a las promesas para asegurar el cumplimiento de lo que dice, porque ha perdido la capacidad de ser honesta. Su discurso está tan lleno de mentiras o medias verdades que ya no confían en la autenticidad de sus palabras o de los demás. Nos podemos contagiar de esta actitud de los demás e incorporarla como algo corriente y normal.
La confianza de los demás es un tesoro muy precioso. No se recupera con juramentos o promesas. Sino con honestidad y consistencia a lo largo del tiempo. Si me he acostumbrado a decir medias verdades, necesito pedir perdón a Dios y resolver desde hoy a ser honesto/a, decir la verdad y ser sincero/a cada día. Esto me devolverá la confianza de los demás después de un tiempo prudencial en que comprueben que ya no estoy haciendo trampas.
Oración: Gracias porque Tú eres verdad. Ayúdame a hablar la verdad con los que me rodean y así cultivar relaciones honestas y sinceras. Quiero que mi vida sea transparente y no tenga que estar ocultando nada.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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