viernes, 25 de abril de 2014

La celebración del amor más grande




“ El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos.”

Todos necesitamos ser amados y todos necesitamos amar. Sin embargo, la necesidad de amar es generalmente descuidada y nos centramos en la necesidad de ser amados. De hecho todo lo que vive tiene que amar y responde a expresiones de amor. 

Los animales, las plantas y los seres humanos aprecian cuando se expresa cualquier muestra de amor y cuidado. Pero en el mundo de hoy, el amor es un bien escaso, ya que no se da fácilmente. Muchos hoy en día parecen amarte porque quieren algo de ti. La verdadera prueba viene cuando no puedes proporcionar lo que ellos están buscando. Entonces es cuando sabes si fuiste amado o usado. 

Pero la buena noticia es que Dios es amor. Amar es un producto de su propia naturaleza. Él no te ama por causa tuya, sino por causa de sí mismo. Así que a pesar de lo que puedas haber hecho para defraudar y desobedecer a Dios, Él todavía te ama porque Él es amor y Él es el mismo ayer, hoy y siempre. No importa lo que la gente haya hecho contra ti, para  decepcionarte o abusarte, Dios aún te ama a pesar de tus circunstancias y te valora altamente como su hijo/a. 

Aunque muchos por qués no tengan respuesta ahora, la mayor respuesta es que Dios es amor y Él te ama! Lo mejor que puedes hacer ahora es comenzar a amarle también. Amarlo al obedecerle y amar a los demás. Jesús dijo: "... Amaos unos a otros. De la misma manera que yo los amé, así deben amarse los unos a los otros... "

El verdadero amor se encuentra cerca del corazón de Dios, el Dios que es amor. Hay un lugar de descanso tranquilo, un lugar de liberación total, un lugar donde todos son aceptados, un lugar donde el pecado no molesta, un lugar donde se superan las tentaciones, un lugar donde todas las manchas de culpa son lavadas, un lugar donde el amor desborda y ese lugar es cerca del corazón de Dios. Allí es donde aprenderás a amar incondicionalmente a los demás. Allí es donde necesitas mantenerte todos los días de tu vida, porque tú perteneces allí...

Que seas bendecido mientras permaneces cerca del corazón de Dios, y que sientas su presencia dondequiera que te encuentres.

                                                      Mphatso Bello