jueves, 31 de diciembre de 2020

Los últimos serán primeros

Mateo 20:1-16

Las diferentes situaciones que nos tocan vivir a los seres humanos y los diferentes propósitos y llamados que Dios tiene para cada uno, nos pueden parecer diferencias injustas si las medimos con los estándares humanos. Somos únicos e irrepetibles. No podemos pretender ser todos iguales. La dinámica del reino de Dios "Los últimos serán primeros y los primeros, últimos", debe motivar nuestro sentido de igualdad y solidaridad independientemente de nuestras diferencias en recursos y nivel social.

Tener más recursos económicos o mejor salud que otro, no me hace mejor persona, ni me da derecho a sentirme superior. tampoco es saludable que tenga envidia de lo que a otro le tocó en la vida. Pero si, esas diferencias deben mover mi amor por el prójimo llevándome a ser solidario/a cooperando con el que sufre y menos tiene.

Si tengo un buen trabajo, sería injusto pensar que el no tiene un buen trabajo es necesariamente un haragán, y que por eso sólo yo merezco disfrutar del fruto de mi trabajo. Tanto tener una buena oportunidad laboral, como la capacidad para hacerlo, la salud, los contactos sociales... son un regalo inmerecido de Dios. Y aunque fueran cosas que yo logré, no lo hubiera logrado si Dios no me diera la capacidad para hacerlo.

Los recursos económicos son sólo una clase de recursos disponibles. Todos los seres humanos tenemos recursos que otros no tienen y a quienes podemos ayudar. Esto hace que nos necesitemos unos a otros, motiva el tejido de las redes sociales, la cooperación y la solidaridad.

Dios es el que decide sobre nosotros con sabiduría y justicia incuestionable. Él decide dónde nacemos; qué posibilidades sociales y económicas tendremos a nuestro alcance a lo largo de la vida; el grado de dificultad, conflictos y desafíos de la vida que no dependen de nosotros mismos. Dios tiene una vocación y un propósito particular para cada uno de nosotros. Su relación personal con cada uno es única y no debemos compararnos entre nosotros.

Tener algún recurso disponible conlleva la responsabilidad de administrarlo y ser solidario con el que no lo tiene. Cuando ayudo a alguien, no debo hacerlo con sentido de superioridad o paternalismo. Sino como de igual a igual. Todos podemos ayudar, no solo el que más tiene y todos necesitamos de los demás. En un mismo momento habrá quienes necesitan de mi y otros a quienes yo necesito. Cada día debo buscar a quien ayudar y quien puede ayudarme a mi. Hay que aprender a dar y a recibir.

Oración: Líbrame Señor de compararme con otros con envidia o con superioridad. Ayúdame a amar a los demás y a ser solidario. Ayúdame a valorar a otros como Tú los valoras.



Siguiendo al maestro

Por Daniel Martin

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Riqueza

Mateo 19:16-30

Un joven se acerca a Jesús interesado en entrar al reino de Dios. Pero aunque había cultivado una moral intachable en otros aspectos de su vida, el amor al dinero seguía siendo un problema para él.

Es difícil aprender a amar a Dios verdaderamente cuando hay alguna cosa en la vida que consideramos imposible de vivir sin ella. Las riquezas personales como cualquier otra cosa o persona, cuando reclaman nuestra máxima devoción, se convierten en ídolo. Adorar ídolos es incompatible con seguir a Jesús.

Las riquezas en si mismas no son malas si las considero una herramienta para ayudar a otros, si soy generoso con ella, si están al servicio del reino de Dios. Pero, si en mi corazón formo lazos de dependencia hacia los bienes materiales estoy en camino a la idolatría de las riquezas.

Las decisiones que tomo no deben ser porque tengo dinero, o porque no tengo dinero. Aunque este recurso es un factor a tener en cuenta, no debería ser el factor determinante en mis decisiones. Yo debo manejar las riquezas y las riquezas no deben manejarme a mi.

Oración: Te amo Señor y quiero seguirte cada día. No permitas que el amor al dinero se instale en mi corazón. Ayúdame a ser generoso y sabio en la administración de las riquezas materiales. 



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martín

martes, 29 de diciembre de 2020

Niños

Mateo 19:13-15

Los niños transmiten alegría, vida y asombro por las cosas sencillas de la vida. En el verano, cuando fuimos al mar, tomé conciencia de la alegría que le ponen los niños a la playa. Hasta los adultos disfrutamos más de ese lugar por la vitalidad y la risa de los niños.

Pero, además de la felicidad que nos transmiten, Jesús nos llama la atención a que pensemos en los niños, en su bien, en su valor como personas, en su necesidad genuina de Dios. Que no los veamos solo como el futuro, sino que valoremos su experiencia y sus necesidades actuales.

Resuenan las palabras de Jesús: "dejen que los niños vengan a mi, y no se lo impidan". Él atendía a los niños con seriedad como lo hacía con los adultos.

Los niños necesitan experimentar el amor de Dios, y en gran medida, eso depende de ti y de mi, de nuestra actitud hacia ellos. No quiero ser un estorbo para que ellos experimenten a Dios por concentrarme en mis propias necesidades y estilos de adultos. No quiero ignorarlos cuando estamos con otros adultos. Quiero escucharlos con atención e interés porque esto les comunica que son valiosos y dignos de ser tenidos en cuenta. También como adulto debo proveerles de límites para que aprendan que no son el centro del universo.

Quiero ser un PUENTE de ellos hacia Dios y no un MURO. Necesito aprender a hablar un lenguaje que ellos entiendan. Y necesito aprender sobre los temas que ellos hablan, los personajes que ellos conocen, los juegos que ellos juegan. Necesito doblar mis rodillas y hablarles a su altura. Necesito valorarlos como personas pensantes. Valorar sus preguntas e inquietudes, sus emociones y descubrimientos. Necesito hablarles de Dios con naturalidad como cualquier otro tema que comparto con ellos. Necesito vivir una relación saludable y auténtica con Dios. Ellos aprenden más de lo que ven en mi, que de lo que les digo.

Oración: Gracias por la alegría de conocer niños. Ayúdame a ser sensible a sus intereses, a no ignorarlos, a valorarlos y darles mi atención. Quiero ser un puente para que te conozcan y aprendan a amarte.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

lunes, 28 de diciembre de 2020

¿Divorciarse, casarse o ser soltero...?

Mateo 19:3-12

Los religiosos de aquella época, los fariseos, querían hacer que Jesús cometa algún error en sus declaraciones. Le preguntaron si estaba permitido divorciarse por cualquier motivo. A lo que Jesús responde afirmando la seriedad del compromiso matrimonial:

- que el matrimonio es entre un hombre y una mujer,

- que se debe tomar distancia del vínculo parental para formar el vínculo matrimonial.

- que los dos están unidos por Dios y que no debemos romper ese vínculo.

- que el divorcio y recasamiento equivale al adulterio, salvo que la causa del divorcio sea inmoralidad sexual.

Creo que el abuso físico o psicológico es una violación al respeto básico que se merece el cónyuge y el vínculo matrimonial, similar a la de la inmoralidad sexual. Por lo tanto, creo que una conducta continua de abuso también justificaría el divorcio por haberse violado el pacto matrimonial y para proteger la integridad básica de la víctima. 

Los discípulos, casi todos solteros y menores de edad, percibieron la seriedad del pacto matrimonial y pensaron que sería mejor no casarse. A lo que Jesús respondió que no todos tienen la capacidad de ser solteros. Algunos nacen con esa inclinación naturalmente, otros son castrados en algún momento de su vida y otros deciden quedarse solteros para dedicarse exclusivamente a un servicio a Dios. Pero, hay individuos que viven y sirven mejor como casados.

Tanto el matrimonio como la soltería son decisiones serias y con implicancias personales y familiares para el resto de la vida. Deben pensarse bien. Uno no debería decidir estas cosas empujado por las pasiones del momento.

Un/a soltero/a o viudo/a puede elegir casarse o quedarse soltero/a. Un/a casado/a no puede decidir quedarse soltero/a, debe ser responsable de la decisión que tomó.

Oración: Gracias por los beneficios y deberes del matrimonio y de la soltería. Ayúdame a elegir adecuadamente y ser responsable con mi decisión para vivir el resto de mi vida de una manera que te agrade.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

domingo, 27 de diciembre de 2020

Perdón para el reincidente

Mateo 18:21-35

Todos sabemos que es necesario aprender a perdonar. Pero, cuando alguien vuelve a hacernos daño después de pedir perdón, nos cuesta más trabajo perdonar.

El perdón siempre es inmerecido. Al perdonar decido no vengarme, no guardar rencor, aunque tenga razones para hacerlo. Pero, cuando alguien repite su error se me hace más difícil mantener ese perdón. Por eso Jesús dice que debo perdonar hasta siete veces siete. Es como decir que debo aprender a seguir perdonando indefinidamente.

Jesús compara la deuda que un ser humano pueda tener otro, con la deuda mucho mayor que tengo con mi padre Dios.

Si Dios me perdonó tanto con tanto amor, ¿por qué no voy a perdonar también a alguien que me hizo daño personalmente? Si trato de amar y perdonar solo con mis propias fuerzas probablemente no lo logre, pero, si miro a Jesús y lo que Él pasó para poder perdonarme, eso me da fuerzas para perdonar y tener paciencia con los demás.

Oración: Gracias por amarme tanto, por perdonarme y tenerme paciencia a pesar de las veces que me he equivocado. Ayúdame a ser misericordioso y perdonador como Tú me perdonaste a mi.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

sábado, 26 de diciembre de 2020

Importancia del acuerdo

Mateo 18:15-20

Si algún hermano me hace algún mal tengo estas tres instancias para ayudarle a enderezar su camino y resolver el conflicto:

1. Hablar a solas

2. Hablar con uno o dos testigos

3. Hablar en presencia de un número mayor de creyentes

Si en una instancia se resuelve el problema significa que he ganado un hermano. Ocurre el perdón y la restauración y el asunto queda resuelto. Si la persona no reconoce su error y se resiste a cambiar entonces pasamos a la siguiente instancia para resolver el asunto. Si en la tercera instancia la persona no reacciona positivamente y persiste en su error, lo prudente será dejarlo tranquilo y tomar distancia de esa persona.

El objetivo de la resolución de conflictos es la restauración del individuo y no castigarlo. Ponerse de acuerdo aquí en la tierra tiene consecuencias espirituales significativas. Dios responde la oración de creyentes que se ponen de acuerdo y Él está presente en medio de ellos cuando se reúnen en nombre de Jesús. Este proceso de restauración fue delineado por Jesús y cuando lo hacemos así, contamos con Su respaldo para la restauración total de la persona.

Oración: Gracias por estar presente entre nosotros y gracias por el perdón y la restauración. Dame la capacidad de perdonar y ayudar al que se equivoca con amor. Ayúdame a no ser egoísta ni caprichoso, y a valorar la unidad y el acuerdo entre hermanos.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

viernes, 25 de diciembre de 2020

Pequeños

Mateo 18:10-14

Cuando vemos un bosque podemos perder la visión del árbol individual o de la plantita que se está convirtiendo en árbol. Jesús nos anima a tomar consciencia de cada individuo, en especial a los pequeños, para cuidarlos de que no se extravíen, así como el pastor deja las noventa y nueve para buscar a la oveja perdida.

Aquí "pequeños" se refiere a niños, pero podría incluir también a los que todavía no están firmes en la fe. Podrían ser nuestros hijos y también otros niños que nos ven como modelos o referentes.

Los niños nos están observando y aprendiendo de nosotros. Debo asegurarme de que están entendiendo bien lo que hago, que puedan crecer en conocimiento y aprendan a amar a Dios. No debo menospreciar su inteligencia. Debo esforzarme por estar consciente de su presencia y no ignorarlos aunque estemos conversando entre adultos.

Si como padre o como líder valoro a los niños, ellos entenderán también que Dios los valora y estarán más motivados a acercarse a Dios y a crecer espiritualmente.

Oración: Gracias por los niños que pusiste a mi alrededor. Ayúdame a no ignorarlos, a destacarlos y estimularlos para que aprendan a amarte.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

jueves, 24 de diciembre de 2020

Tropezar...

Mateo 18:1-9

Cuando Jesús dice que seamos como niños se está refiriendo a la humildad (verso 4), a no creerse más que otros. Los discípulos estaban debatiendo entre sí por quién sería el más importante entre ellos y fue entonces que Jesús les presenta a un niño y les dice que deben cambiar y ser humildes como ese niño. En ese tiempo un niño era socialmente menos importante. Pablo agrega que debemos ser como niños en la malicia pero ser maduros en el modo de pensar (1 Corintios 14:20) o sea, no debemos imitar la malicia de algunos adultos.

Jesús nos habla de nuestra responsabilidad hacia los que Él llama los "pequeños que creen en mi". Aquí podría estar hablando de niños creyentes, de personas nuevas en la fe o de personas inestables o inmaduras. O incluso en el verso 7 incluye a la gente en general. En realidad en lo que dependa de mi, no debo hacer tropezar a nadie.

Debo cuidar de no hacer caer a otro con mis comentarios fuera de lugar o mi mala conducta. Debo evitar todo lo que perturbe o haga desviar de la fe a alguien que me ve como un modelo a seguir.

También debo cuidarme a mi mismo de no tropezar. Lo dice usando una expresión extrema como "si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti". Soy responsable de cuidar mis pensamientos (que son el origen de mis actitudes, sentimientos y acciones). Si encuentro algo que me está haciendo pecar debo eliminarlo lo antes posible. Puede ser un pensamiento, un entretenimiento, malas influencias, alguna actividad o circunstancia que no me ayuda o perjudica mi crecimiento como persona o hace daño a los demás.

Oración: Ayúdame Señor a ejercer responsabilidad en el cuidado de los demás y de mi mismo. Quiero identificar aquellas cosas que no me hacen bien y eliminarlas de mi vida.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Impuesto

Mateo 17:24-27

Jesús es Dios mismo. Él no debía pagar impuesto por el templo que fue edificado para honrarlo a Él. Pero, como la gente no habría entendido esto, Él prefirió pagar el impuesto. Mandó a Pedro a pescar para encontrar la moneda que necesitaban para pagar el impuesto por Pedro y por Jesús.

Sólo pagaban el impuesto del templo los mayores de 20 años (Ex.30:13-14) por lo que creemos que el resto de los discípulos tenía menos que esa edad y por eso no se les exigió pagar como a Pedro y a Jesús.

No siempre uno paga lo que se merece pagar. A veces damos sólo para preservar la paz y el orden. A veces damos aunque no debamos nada, sólo porque el otro lo necesita y creemos que podemos cooperar. Es mejor dar a los demás más de lo debido que quedar debiendo. Necesito ser fiel con mis obligaciones y aprender a ser generoso con lo que tengo.

Oración: Gracias Señor porque Tú provees para mis necesidades. Ayúdame a ser compasivo y generoso con los demás.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

martes, 22 de diciembre de 2020

Por la poca fe...

Mateo 17:14-20

¿Qué es fe? La certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). La fe en Dios es confianza depositada en Dios.

Si confío en una silla me voy a sentar en ella con tranquilidad porque sé que me va a sostener. De igual manera la confianza en Dios me permite moverme por la vida con seguridad y firmeza porque confío que Dios está conmigo y me respalda en lo que hago porque estoy siguiendo su dirección. 

El que confía en Dios no será defraudado (Romanos 10:11). Pero el que no cree es como las olas que son llevadas de un lugar a otro por el viento (Santiago 1:6).

En cualquier emprendimiento que inicio debo asegurarme de saber qué es lo que Dios quiere que haga para tener la certeza que Él me respalda en lo que emprendo y tendré mucho más posibilidades de cumplir con el objetivo. Si no me tomé el tiempo de buscar la voluntad de Dios, va a ser más difícil tener fe y estar firme cuando las cosas se pongan difíciles. Pero, si estoy seguro que estoy haciendo lo que Dios quiere, aunque no vea resultados inicialmente, puedo confiar y seguir adelante por saber que Dios me respalda en lo que hago.

La poca fe, la duda, la inseguridad, hacen derrumbar los sueños y los proyectos antes de que se conviertan en realidad. Por eso antes de hacer algo es importante pasar tiempo en oración buscando qué es lo que Dios quiere que haga.

Oración: Ayúdame Señor, a discernir tu voluntad para hacer lo que hago con mayor fe. Perdóname cuando doy lugar a la duda y a la inseguridad. Quiero que mi confianza y mi esperanza estén bien fundamentadas en ti.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

lunes, 21 de diciembre de 2020

¿Quedarse en la montaña?

Mateo 17:1-13

Tres discípulos subieron con Jesús a una montaña donde vieron su rostro resplandecer como el sol y su ropa quedar blanca como la luz. Lo vieron a Jesús hablando con Moisés y Elías, y mientras ellos observaban fueron envueltos en una nube y oyeron la voz de Dios diciendo: "Este es mi Hijo amado, estoy muy complacido con él, ¡Escúchenlo!".

Los discípulos disfrutaron tanto la experiencia que quisieron edificar albergues en la montaña para quedarse allí. Pero debieron bajar de la montaña y Jesús les habló de que Él sufriría en manos de los hombres, como también sufrió Juan el Bautista, el enviado de Dios.

A veces, cuando experimentamos la gloria y el poder de Dios, quisiéramos permanecer en ese estado extático y que todos los problemas de la vida desaparezcan. Pero, la realidad es que las dificultades cotidianas son parte normal de la vida y del camino que nos toca transitar.

La entrega y la cruz fue parte del plan de Dios para la vida terrenal de Jesús. Y Él también nos invita a tomar nuestra cruz y seguirle. Naturalmente, preferimos seguir a Jesús en los aspectos gloriosos y poderosos, pero seguirle también incluye los aspectos no tan agradables de la vida.

Oración: Tú eres poderoso y glorioso y aún así estuviste dispuesto a soportar el sufrimiento que consideraste necesario. Dame la fidelidad y valentía que necesito para enfrentar los aspectos menos agradables de la vida al seguir tus pisadas.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martín

domingo, 20 de diciembre de 2020

Sufrir y morir

Mateo 16:21-28

"Sufrir y morir" no es algo que nos atrae. Es normal que no queramos sufrir y morir. Pero, cuando descubrimos quien es Jesús veremos que seguir a Jesús es más importante y necesario que evitar el sufrimiento o incluso la muerte. 

Cuando Jesús le cuenta a sus discípulos de que Él tenía que sufrir, morir y resucitar... los discípulos reaccionaron mal, Pedro le quiso convencer de que haga todo lo posible para no sufrir. Jesús vio estas reacciones como malignas y satánicas.

A veces tenemos la idea equivocada de que lo único que Dios quiere para nosotros es éxito y comodidad. Mis deseos egoístas de bienestar y placer pueden cegarme a los propósitos de Dios. Es bueno y necesario cuidarse a uno mismo, pero honrar a Dios es aún más importante.

No es bueno buscar el sufrimiento por una actitud masoquista (el placer de sufrir), tampoco por una actitud religiosa de sumar puntos de espiritualidad o ganar méritos delante de Dios. No deberíamos buscar el sufrimiento por el sufrimiento mismo.

El sufrimiento no es algo deseable. Pero, si, debo estar dispuesto al sufrimiento cuando sea necesario o no haya otra alternativa. Y si tengo que decidir entre obedecer al Señor o evitar el sufrimiento, obedecer al Señor será mi prioridad. Además, si me toca sufrir, hay lecciones que se aprenden durante el sufrimiento que no se podrían aprender de otra manera. El sufrimiento por si solo no me hace mejor persona, pero, si mantengo una actitud saludable durante el sufrimiento, mi fe se hace más fuerte y madura.

Oración: Te amo Señor. Y así como Tú estuviste dispuesto a entregarte a ti mismo, ayúdame también a no debilitarme en la fe por temor al sufrimiento o a la muerte.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

sábado, 19 de diciembre de 2020

El "Cristo"

Mateo 16:13-20

"Cristo" es la palabra griega que significa "Ungido" al igual que "Mesías" en hebreo. El "Ungido" se refería a un salvador prometido por Dios desde la antigüedad y podemos encontrar referencias a él en todo el Antiguo Testamento. Era alguien que encarnaba la esperanza de Israel de un reino justo y eterno. Sería el príncipe de paz, sería el Padre eterno, sería un niño humano pero al mismo tiempo sería Dios fuerte (Isaías 9:6), sería el Dios con nosotros (Isaías 7:14). Sería un Hijo del Hombre (Daniel 7:13-14) pero también sería Hijo de Dios (Salmos 2:7), Sería el siervo sufriente que moriría por nosotros (Isaías 53), pero también el que desciende victorioso en la nubes (Daniel 7:13-14).

Jesús cumplió todas las características descritas en la profecías acerca del Cristo (Mesías). Por eso al nombre personal de Jesús muchas veces se le agrega el título "Cristo" formando "Jesucristo" o "Cristo Jesús".

El conocimiento de Jesús que Pedro tiene es una experiencia por la que todo seguidor de Jesús necesita pasar: llegar a darse cuenta quien es Jesús. Podríamos ser admiradores de sus palabras, su sabiduría, sus milagros, su ejemplo de vida. Pero hasta que no nos convencemos de que Jesús es realmente Dios y que por eso merece nuestra entrega y obediencia absoluta, no tendremos el nivel de entrega y compromiso que hace falta para poder seguir a Jesús.

Conocer a Jesús no es simplemente arribar a una conclusión mental, o adquirir una información, sino un conocimiento personal e íntimo de Dios que Jesús lo llama revelación de Dios Padre. Es un acercamiento a Dios que tiene dimensiones sobrenaturales.

Oración: Gracias Jesús porque puedo conocerte y experimentar Tu presencia en mi vida. Ayúdame a honrar tu nombre siguiendo tus pasos en sumisión y obediencia diariamente.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

viernes, 18 de diciembre de 2020

Influencia

Mateo 16:5-12

La levadura tiene un volumen insignificante en relación a la masa del pan en la que se lo pone. Pero, su acción se extiende a todo el pan cambiando considerablemente su forma y estructura. De forma similar, si adopto una enseñanza errada, esta puede ser insidiosa y producir grandes daños en mi vida.

En el caso de Jesús, él estaba llamando la atención a la enseñanza de los fariseos y saduceos que representaban dos corrientes religiosas con agendas políticas diferentes pero igualmente dañinas. Debemos ejercitar nuestra mente y dialogar sobre las enseñanzas que conocemos para discernir lo que es correcto de lo que no lo es.

La Escritura (La biblia) es "la voz de Dios más clara" o como lo expresa Pedro: "la palabra profética más segura" (2 Pedro 1:18-21). Para evaluar la veracidad de cualquier otra enseñanza debo compararla con lo que dice la biblia. El conocimiento de la Biblia me da las herramientas para juzgar las influencias y enseñanzas con las que me confronto cada día. Conocer y obedecer las Escrituras es la mejor arma contra las malas influencias.

Oración: Gracias Señor por las Escrituras, por su sabiduría y dirección y gracias por tu Espíritu Santo que me guía al usarla cada día.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

jueves, 17 de diciembre de 2020

Señales

Mateo 16:1-4

Los fariseos presionaban para que Jesús use su poder milagroso sólo porque tenía el poder para hacerlo. Aunque Jesús hizo muchas milagros cuando había un propósito para hacerlo, Él se negó a usar su poder como si fuera un espectáculo de magia o para hacer publicidad. Les dijo que en vez de buscar ese tipo de señales, debían prestar atención al discernimiento de la realidad y a creer en lo que ya es evidente en las Escrituras.

Hubo veces que pedí señales y confirmaciones a Dios para cosas que tienen una respuesta clara en la Escritura y que me costaba aceptar. Eso es incorrecto. Lo que ya está revelado y es evidente en la biblia, debo simplemente aprender a aceptar y obedecer.

Oración: Gracias por tu poder que actúa en mi. Ayúdame a no estar en búsqueda de señales para obedecerte en lo que ya Tú revelarse en las Escrituras. Quiero ser fiel y obediente.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

miércoles, 16 de diciembre de 2020

¿Sólo siete?

Mateo 15:29-39

Las multitudes se acercaban a Jesús trayendo enfermos que eran sanados por Él. Jesús tuvo compasión de ellos porque estuvieron tres días con Él y ya no tenían qué comer. Eran cuatro mil hombres que con las mujeres y los niños podrían haber sido más de diez mil personas. Sólo contaban con siete panes y unos pescaditos. Jesús dio gracias y partió los panes que alcanzaron hasta que todos quedaron saciados y sobraron siete cestas de pedazos.

Cuando la dificultad es extremadamente grande, Dios aún está en control. Él es soberano. Es todopoderoso. Él tiene mi vida en sus manos y no se le escapan los detalles. Él abre caminos donde no hay caminos. Él abre y lo que Él abre nadie cierra. Y lo que Él cierra nadie abre (Apocalipsis 3: 7-8). Necesito aprender a confiar en el Señor aún cuando las circunstancias parecen caóticas.

Aunque haya momentos en que pase necesidades, estrecheces, limitaciones y dificultades puedo tener la certeza de que Dios tiene el poder para proveer todo lo que necesito y lo hará cuando Él lo considere conveniente. Si Él considera que pasar necesidad es el camino correcto para mi debo aprender a aceptar eso también de parte de Dios (Job 2:10) y no pensar que seguir a Jesús siempre implica abundancia (Juan 16:33).

Oración: Gracias por estar a mi lado siempre y proveer para cada una de mis necesidades. Quiero que me ayudes a caminar cada día, que seas parte de cada asunto de mi vida. 



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

martes, 15 de diciembre de 2020

Señor ayúdame

Mateo 15:21-28

Este fue el clamor de la mujer cananea. Antes ella había gritado al estilo de la costumbre judía y Jesús le mostró que el sabía que ella no lo era. Jesús estaba enfocado en alcanzar a los judíos, pero la fe tan genuina que vio en esta mujer hizo que Él hiciera una excepción con ella.

"Perros" era una expresión judía hacia los extranjeros. Cuando Jesús le dijo que "no está bien quitarles el pan a los hijos para echarse a los perros", ella entendió muy bien a qué se refería. Era una expresión muy dura de oír para un extranjero. Pero, ella reaccionó con humildad y respondió "si Señor, pero hasta los perros comen de la migajas que caen de la mesa de sus amos". "¡Mujer, qué grande es tu fe!" fue la expresión de Jesús ante la valentía y la humildad de esta señora. Y Jesús sanó a su hija de su aflicción.

Muchos se acercan a Dios con prepotencia demandando que Él les conceda lo que piden, ordenan en vez de pedir con humildad como si Dios fuera quien tiene que obedecernos a nosotros. Nos haría bien a todos aprender de la humildad de esta mujer, para así clamar a Dios respetando Su deidad.

La fe nos hace más valientes y eso es bueno, pero también debe hacernos más humildes para aceptar la voluntad de Dios. La ayuda de Dios se pide, no se demanda.

Oración: Te necesito Señor. Te pido que me enseñes humildad para dejar que obres en mi de la forma que Tú quieras. Enséñame a orar con valentía y con humildad.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

lunes, 14 de diciembre de 2020

Lo que entra o lo que sale

Mateo 15:10-20

Cuando Jesús dice: "lo que entra" se refiere a lo que uno ingiere, "lo que sale" se refiere a nuestras palabras y acciones que reflejen lo que hay en nuestro interior. Por lo tanto lo que uno ingiere o cómo uno lo ingiere no contribuye tanto a la pureza y crecimiento de nuestro ser interior.

Los fariseos estaban detrás del cumplimiento de reglas de comportamiento externas. Jesús enfatizaba la actitud del corazón, del alma, de nuestra interioridad. Para que nuestra vida sea transformada para bien necesitamos un cambio de corazón. Modificar solo conductas externas nos proporciona un cambio transitorio y superficial.

Un cambio de corazón incluye:

1. Rendir el control de mi vida a Jesús produce orden, paz y libertad. Me da la disposición adecuada para obedecer lo que Dios tiene para mi en la Escritura.

2. Ser perdonado/a me libera de la culpa.

3. Perdonar me libera del odio.

4. Conocer a Dios como mi Padre amoroso me hace sentir seguro/a, aceptado/a, amado/a y valorado/a por Dios.

Todas estos acontecimientos ocurren interiormente en mi, pero luego, se hacen evidentes en mis conversaciones, actitudes y acciones. 

Oración: Gracias por amarme y aceptarme como hijo/a. Te entrego mi vida Jesús para que seas el que mande. Gracias por liberarme de la culpa y del odio. Gracias por cambiar mi corazón.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

domingo, 13 de diciembre de 2020

Tradición

Mateo 15:1-14

La tradición incluye valores y costumbres que se pasan de una generación a otra. Puede contener reglas y principios muy útiles como las costumbres de higiene. Pero, nunca se debe enseñar una tradición humana como si fuera palabra de Dios. Pertenecen a categorías diferentes. Aunque la cosmovisión bíblica pueda estar integrada como parte de mi tradición heredada, no tienen el mismo nivel de autoridad, no puedo ponerla al mismo nivel que el resto de la tradición. Si de verdad sigo a Jesús, la Biblia debe tener mayor peso para mi que cualquiera de mis tradiciones.

Lo que Dios dice siempre es más importante y valioso que una idea humana (Isaías 55:8-9). Mis tradiciones pueden ser muy buenas, p ro cuando entran en conflicto con las Escrituras, le doy prioridad a la Palabra de Dios. Tengo que examinar mis hábitos y costumbres a la luz de las Escrituras. Lo que me acostumbré a hacer ¿es correcto? ¿Está bien lo que hago? ¿me hace bien? ¿hace bien a los demás? ¿qué dice Dios al respecto? (Salmos 139:23-24)

El hecho de que haya hecho algo toda la vida, hace que me parezca normal y hasta correcto. La costumbre puede enceguecerme para poder evaluar si algo es o no bueno. Necesito una autoridad objetiva fuera de mi mismo para librarme de mis propios prejuicio y poder determinar fehacientemente lo que es bueno y lo que no lo es, más allá de mi propio opinión persona. 

Oración: Te doy gracias, por las tradiciones que enriquecen y embellecen mi estilo de vida. Ayúdame a no idolatrar mis tradiciones y a ponerte a ti, Señor, siempre en primer lugar.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

sábado, 12 de diciembre de 2020

Caminar sobre tus miedos

Mateo 14:22-36

En esta experiencia dramática, los discípulos pudieron experimentar el poder de Jesús sobre los elementos de la naturaleza. Luchaban contra la fuerza del agua y los vientos con temor de ahogarse. Jesús se aparece caminando sobre el agua y calmando vientos y ofrece a Pedro la oportunidad de caminar sobre aquello que le daba miedo.

Es normal que nos sintamos aterrados a veces y que haya momentos en que seamos derrotados por el miedo y nuestra fe se debilite. Es simplemente un síntoma de lo frágil y débiles que somos. Pero también puede ser parte del aprendizaje de incorporar a Jesús en nuestras circunstancias diarias y experimentar Su liberación en medio de nuestra desesperación.

Igual que los discípulos de Jesús, me puedo encontrar ante circunstancias adversas ante las que me siento indefenso. Pero, si invito a Jesús a ser parte de mi vida puedo aprender a vencer mis miedos y contar con Su intervención todopoderosa. Con Él puedo aprender a avanzar aún cuando esté rodeado de circunstancias difíciles y amenazantes.

Oración: Gracias Señor por haber venido a mi vida. Gracias porque ya no estoy solo/a para enfrentar las dificultades de la vida. Gracias porque aunque tenga miedo, sé que tu presencia hace toda la diferencia.





Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

viernes, 11 de diciembre de 2020

Comieron todos...

Mateo 14:13-21

Lo que conocemos como la "Alimentación de los cinco mil", fue un hecho que en realidad incluía a muchas más personas. Si no contaron a los mujeres y a los niños es lógico suponer que se trataba de una multitud de unos diez a quince mil personas. Al sanar y enseñar se destaca que Jesús tuvo compasión de ellos. Luego en vez de dejarlos ir para comprar su comida, les pide a sus discípulos que les den de comer. Ellos contaban con cinco panes y dos pescados, lo que en términos prácticos no parecía "suficiente". Pero, Jesús tomó esta situación "insuficiente" y la transformó en "más que suficiente". Como resultado comieron todos y sobraron doce canastas llenas de pedazos que sobraron.

A veces estoy sirviendo a otros, compartiendo lo que recibí de Jesús, y me siento sin fuerzas, siento que no tengo lo "suficiente", la gente necesita más de lo que yo pueda darles. Me siento incapaz, inadecuado/a, limitado/a, "insuficiente". Pero, Dios toma eso que parece "insuficiente" y lo transforma en "más que suficiente". Algo que es como un grano de mostaza y lo transforma en un gran árbol fructífero.

Una y otra vez, en mi experiencia diaria, debo reconocer que los resultados de lo que hago no dependen totalmente de mi, de mis capacidades o aptitudes, de lo que tengo o de lo que no tengo; sino que depende mucho más de quien está conmigo, de Jesús, que transforma mi "insuficiencia" en "más que suficiente".

Una y otra vez puedo ver que a pesar de mi y mis limitaciones, Dios hace grandes cosas. Esto me ayuda a ser más humilde y me hace maravillar ante la obra de Dios, que se digna a usar un instrumento tan frágil como yo.

Oración: Gracias Señor por estar conmigo. Tu presencia hace toda la diferencia. Contigo todo se transforma. Te entrego lo que para mi es "insuficiente" para que lo hagas "más que suficiente". Me entrego en tus manos para que me transformes y me uses para ayudar a otros, como lo haces tú.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

jueves, 10 de diciembre de 2020

Paranoia

Mateo 14:1-12

Los Reyes y gobernantes de aquel tiempo callaban a sus opositores mandándolos matar. Pero, a pesar de su megalomanía, muchos temían a la opinión pública y a la justicia divina. Herodes había sido presionado a mandar matar a Juan el Bautista, sabiendo que era un servidor de Dios. Así que, ahora que escuchaba de Jesús y sus milagros pensaba que era Juan que volvió de entre los muertos.

Aún la persona que más parece sentirse segura de si misma, debe enfrentarse a sus propios miedos. La culpa de sus malas acciones le persigue y el saber que un día tendrá que rendir cuenta de sus actos delante de Dios.

Dios me ofrece libertad de esa culpa. Jesús es el camino para la libertad. Para ser perdonados necesito recibir a Jesús en mi vida. El perdón de Dios incluye:

1. Reconocer mi responsabilidad de lo que hice mal,

2. Pedir perdón y

3. Recibir el perdón de Jesús.

Jesús es capaz de perdonarme porque es Dios y con su muerte en la cruz pagó el precio de mi redención. Él me hace justo por transferirme de su propia justicia. Independientemente de mi pasado, Él me limpia y hace justo dándome la oportunidad de comenzar de nuevo. Jesús es la respuesta a la culpa humana.

Oración: Gracias Jesús por amarme tanto. Gracias por el perdón inmerecido. Gracias por librarme de la culpa que me atormentaba. Gracias por redimirme y hacerme justo. Ayúdame a vivir para honrarte. Nunca podré agradecerte lo suficiente por tanto amor.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

miércoles, 9 de diciembre de 2020

El hijo del carpintero

Mateo 13:53-58

La gente creía que por conocer a su familia y sus limitaciones, podría determinar los límites del potencial de Jesús. No podían entender el origen de su poder milagroso y su sabiduría extraordinaria. Aunque Jesús haya dicho que venía de Dios Padre, para los aldeanos el vivir en una aldea no importante implicaba limitaciones en el potencial de una persona. Jesús era verdaderamente humano, lo cual era evidente para todos, pero les costaba reconocer que al mismo tiempo Él era verdaderamente Dios.

Aunque yo sea solamente humano, la presencia de Dios en mi hace una diferencia. Puede ocurrir que las personas que me conocieron con mis limitaciones y errores puedan tener dificultad de creer en el potencial extraordinario que la presencia de Dios le da a mi vida. Aunque Dios me haya cambiado, esto puede ser difícil de entender para los que me conocieron antes. Ellos se formaron un concepto de mi en base a mi pasado y el conocimiento de mis limitaciones y equivocaciones. La incomprensión de los que más me conocen es natural y esperable. Si a Jesús lo juzgaban en forma errada, ¿por qué creer que no lo harían conmigo?

Oración: Gracias Jesús por haber venido a mi vida. Gracias por los cambios y el crecimiento que me has dado. Tú presencia me transforma. Ayúdame a ser más tolerante con la incomprensión de los demás y ser paciente con el que no entiende lo que estás haciendo en mi.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin


martes, 8 de diciembre de 2020

Amplitud

Mateo 13:47-52

El reino de Dios es como una red que abarca todo. Cuando compartimos el mensaje de Jesús con otros no deberíamos reducir excesivamente a los destinatarios. Deberíamos estar dispuestos a que aún a gente que no se nos ocurrió podríamos compartirles nuestra fe. Dios ama a todos por igual y no quiere que nadie se pierda (2 Pedro 3:9). Así como la red de pesca, recoge toda clase de peces, así también deberíamos dirigir nuestro ofrecimiento del mensaje de Jesús a todo tipo de personas, aunque nos sintamos más a gusto con algún grupo étnico, cultural, etario o geográfico particular.

Naturalmente, cada uno tendrá diferentes oportunidades de relacionarse con otros dependiendo de sus intereses, los lugares que frecuente, el idioma que hable, los valores culturales y artísticos que prefiera, la edad que tenga... Pero, al compartir a Jesús, debo dejarme dirigir por Dios hacia cualquier tipo de persona que necesita de Jesús. Finalmente, será Dios que separe a los que se decidan a amar y seguir a Dios, de aquellos que decidan no hacerlo. No me toca a mi clasificar la intención de las personas. Así que, en lo que de mi depende, debo ser amplio cuando comunico el mensaje de Jesús a otros.

Para los contemporáneos de Jesús, aprovechar los tesoros nuevos y viejos se resumía en aprovechar las Escrituras del Antiguo Testamento (Tanaj) y las enseñanzas de Jesús sobre el reino. Cuando escudriño las Escrituras también debo ser amplio incorporando lo que otros ya aprendieron de las Escrituras (líderes cristianos y escritores que nos precedieron a lo largo de las historia), y también estar abiertos a las nuevas cosas que Dios nos está mostrando hoy para poner en práctica, obedeciendo la Escritura en la realidad particular específica que nos toca vivir en el presente. Esto sería saber aprovechar tesoros antiguos y tesoros nuevos. 

Oración: Ayúdame Señor a ser amplio al compartir tu mensaje con otros y tener mi corazón abierto para bendecir a cualquier tipo de persona para que te conozcan y te sigan. También ayúdame a ser amplio y humilde al reconocer los tesoros de Tu Palabra que descubrieron otros líderes antes de mi y las aplicaciones de los líderes de hoy en día.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

lunes, 7 de diciembre de 2020

El gran tesoro

Mateo 13:44-46

El reino de los cielos es un gran tesoro para el ser humano. Sin el reino de Dios estaríamos incompletos, nos estaríamos perdiendo la relación más importante del Universo. Algunos personas lo encuentran sin buscarlo y les cambia la vida, otros reconocen su valor antes de encontrarlo y por eso lo buscan hasta encontrarlo y también les cambia la vida.

Sea que lo haya buscado o no, el reino de Dios es un gran tesoro que después de encontrarlo, debo aprender a valorar para poder aprovecharlo. Mi toma de conciencia es muy importante. Dios está cerca. Su palabra está disponible. El potencial de lo que Dios puede hacer conmigo es ilimitado. Pero, si no le doy importancia, podré tenerlo a mi alcance sin aprovecharlo y así podría desperdiciar mi vida.

Haber encontrado a Jesús es muy importante, pero luego debo desarrollar todo el potencial que mi relación con Él tiene. 

Oración: Ayúdame a valorar el potencial de este gran tesoro de tu reino. Quiero vivir completamente entregado a ti. Que mi vida llege a ser todo lo que tú planeaste. Que pueda ayuda a otros a encontrarte y a desarrollar su relación contigo.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin