lunes, 21 de diciembre de 2020

¿Quedarse en la montaña?

Mateo 17:1-13

Tres discípulos subieron con Jesús a una montaña donde vieron su rostro resplandecer como el sol y su ropa quedar blanca como la luz. Lo vieron a Jesús hablando con Moisés y Elías, y mientras ellos observaban fueron envueltos en una nube y oyeron la voz de Dios diciendo: "Este es mi Hijo amado, estoy muy complacido con él, ¡Escúchenlo!".

Los discípulos disfrutaron tanto la experiencia que quisieron edificar albergues en la montaña para quedarse allí. Pero debieron bajar de la montaña y Jesús les habló de que Él sufriría en manos de los hombres, como también sufrió Juan el Bautista, el enviado de Dios.

A veces, cuando experimentamos la gloria y el poder de Dios, quisiéramos permanecer en ese estado extático y que todos los problemas de la vida desaparezcan. Pero, la realidad es que las dificultades cotidianas son parte normal de la vida y del camino que nos toca transitar.

La entrega y la cruz fue parte del plan de Dios para la vida terrenal de Jesús. Y Él también nos invita a tomar nuestra cruz y seguirle. Naturalmente, preferimos seguir a Jesús en los aspectos gloriosos y poderosos, pero seguirle también incluye los aspectos no tan agradables de la vida.

Oración: Tú eres poderoso y glorioso y aún así estuviste dispuesto a soportar el sufrimiento que consideraste necesario. Dame la fidelidad y valentía que necesito para enfrentar los aspectos menos agradables de la vida al seguir tus pisadas.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martín

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