martes, 29 de diciembre de 2020

Niños

Mateo 19:13-15

Los niños transmiten alegría, vida y asombro por las cosas sencillas de la vida. En el verano, cuando fuimos al mar, tomé conciencia de la alegría que le ponen los niños a la playa. Hasta los adultos disfrutamos más de ese lugar por la vitalidad y la risa de los niños.

Pero, además de la felicidad que nos transmiten, Jesús nos llama la atención a que pensemos en los niños, en su bien, en su valor como personas, en su necesidad genuina de Dios. Que no los veamos solo como el futuro, sino que valoremos su experiencia y sus necesidades actuales.

Resuenan las palabras de Jesús: "dejen que los niños vengan a mi, y no se lo impidan". Él atendía a los niños con seriedad como lo hacía con los adultos.

Los niños necesitan experimentar el amor de Dios, y en gran medida, eso depende de ti y de mi, de nuestra actitud hacia ellos. No quiero ser un estorbo para que ellos experimenten a Dios por concentrarme en mis propias necesidades y estilos de adultos. No quiero ignorarlos cuando estamos con otros adultos. Quiero escucharlos con atención e interés porque esto les comunica que son valiosos y dignos de ser tenidos en cuenta. También como adulto debo proveerles de límites para que aprendan que no son el centro del universo.

Quiero ser un PUENTE de ellos hacia Dios y no un MURO. Necesito aprender a hablar un lenguaje que ellos entiendan. Y necesito aprender sobre los temas que ellos hablan, los personajes que ellos conocen, los juegos que ellos juegan. Necesito doblar mis rodillas y hablarles a su altura. Necesito valorarlos como personas pensantes. Valorar sus preguntas e inquietudes, sus emociones y descubrimientos. Necesito hablarles de Dios con naturalidad como cualquier otro tema que comparto con ellos. Necesito vivir una relación saludable y auténtica con Dios. Ellos aprenden más de lo que ven en mi, que de lo que les digo.

Oración: Gracias por la alegría de conocer niños. Ayúdame a ser sensible a sus intereses, a no ignorarlos, a valorarlos y darles mi atención. Quiero ser un puente para que te conozcan y aprendan a amarte.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

No hay comentarios:

Publicar un comentario