Mateo 16:13-20
"Cristo" es la palabra griega que significa "Ungido" al igual que "Mesías" en hebreo. El "Ungido" se refería a un salvador prometido por Dios desde la antigüedad y podemos encontrar referencias a él en todo el Antiguo Testamento. Era alguien que encarnaba la esperanza de Israel de un reino justo y eterno. Sería el príncipe de paz, sería el Padre eterno, sería un niño humano pero al mismo tiempo sería Dios fuerte (Isaías 9:6), sería el Dios con nosotros (Isaías 7:14). Sería un Hijo del Hombre (Daniel 7:13-14) pero también sería Hijo de Dios (Salmos 2:7), Sería el siervo sufriente que moriría por nosotros (Isaías 53), pero también el que desciende victorioso en la nubes (Daniel 7:13-14).
Jesús cumplió todas las características descritas en la profecías acerca del Cristo (Mesías). Por eso al nombre personal de Jesús muchas veces se le agrega el título "Cristo" formando "Jesucristo" o "Cristo Jesús".
El conocimiento de Jesús que Pedro tiene es una experiencia por la que todo seguidor de Jesús necesita pasar: llegar a darse cuenta quien es Jesús. Podríamos ser admiradores de sus palabras, su sabiduría, sus milagros, su ejemplo de vida. Pero hasta que no nos convencemos de que Jesús es realmente Dios y que por eso merece nuestra entrega y obediencia absoluta, no tendremos el nivel de entrega y compromiso que hace falta para poder seguir a Jesús.
Conocer a Jesús no es simplemente arribar a una conclusión mental, o adquirir una información, sino un conocimiento personal e íntimo de Dios que Jesús lo llama revelación de Dios Padre. Es un acercamiento a Dios que tiene dimensiones sobrenaturales.
Oración: Gracias Jesús porque puedo conocerte y experimentar Tu presencia en mi vida. Ayúdame a honrar tu nombre siguiendo tus pasos en sumisión y obediencia diariamente.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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