Mateo 15:10-20
Cuando Jesús dice: "lo que entra" se refiere a lo que uno ingiere, "lo que sale" se refiere a nuestras palabras y acciones que reflejen lo que hay en nuestro interior. Por lo tanto lo que uno ingiere o cómo uno lo ingiere no contribuye tanto a la pureza y crecimiento de nuestro ser interior.
Los fariseos estaban detrás del cumplimiento de reglas de comportamiento externas. Jesús enfatizaba la actitud del corazón, del alma, de nuestra interioridad. Para que nuestra vida sea transformada para bien necesitamos un cambio de corazón. Modificar solo conductas externas nos proporciona un cambio transitorio y superficial.
Un cambio de corazón incluye:
1. Rendir el control de mi vida a Jesús produce orden, paz y libertad. Me da la disposición adecuada para obedecer lo que Dios tiene para mi en la Escritura.
2. Ser perdonado/a me libera de la culpa.
3. Perdonar me libera del odio.
4. Conocer a Dios como mi Padre amoroso me hace sentir seguro/a, aceptado/a, amado/a y valorado/a por Dios.
Todas estos acontecimientos ocurren interiormente en mi, pero luego, se hacen evidentes en mis conversaciones, actitudes y acciones.
Oración: Gracias por amarme y aceptarme como hijo/a. Te entrego mi vida Jesús para que seas el que mande. Gracias por liberarme de la culpa y del odio. Gracias por cambiar mi corazón.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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