Mateo 15:29-39
Las multitudes se acercaban a Jesús trayendo enfermos que eran sanados por Él. Jesús tuvo compasión de ellos porque estuvieron tres días con Él y ya no tenían qué comer. Eran cuatro mil hombres que con las mujeres y los niños podrían haber sido más de diez mil personas. Sólo contaban con siete panes y unos pescaditos. Jesús dio gracias y partió los panes que alcanzaron hasta que todos quedaron saciados y sobraron siete cestas de pedazos.
Cuando la dificultad es extremadamente grande, Dios aún está en control. Él es soberano. Es todopoderoso. Él tiene mi vida en sus manos y no se le escapan los detalles. Él abre caminos donde no hay caminos. Él abre y lo que Él abre nadie cierra. Y lo que Él cierra nadie abre (Apocalipsis 3: 7-8). Necesito aprender a confiar en el Señor aún cuando las circunstancias parecen caóticas.
Aunque haya momentos en que pase necesidades, estrecheces, limitaciones y dificultades puedo tener la certeza de que Dios tiene el poder para proveer todo lo que necesito y lo hará cuando Él lo considere conveniente. Si Él considera que pasar necesidad es el camino correcto para mi debo aprender a aceptar eso también de parte de Dios (Job 2:10) y no pensar que seguir a Jesús siempre implica abundancia (Juan 16:33).
Oración: Gracias por estar a mi lado siempre y proveer para cada una de mis necesidades. Quiero que me ayudes a caminar cada día, que seas parte de cada asunto de mi vida.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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