Delegar

Marcos 3:7-19

Jesús comienza a experimentar el asedio de los necesitados y la presión de la multitud que quería oír de Él. Así que nombra a doce discípulos para que lo acompañaran, para enviarlos a predicar y ejerzan autoridad para expulsar demonios.

Al delegar funciones y autoridad, la obra de Jesús se multiplica y logra alcanzar a muchas más personas, aunque entre los colaboradores haya habido algunas personas deshonestas como Judas o inmaduras como otros apóstoles. Nuestras limitaciones personales físicas, de capacidad y de tiempo pueden ser superadas al delegar funciones y responsabilidad en otros trabajando como un cuerpo.

La obra del reino de Dios es tan grande, variada y de tan rápido crecimiento, que no podemos ni debemos tratar de abarcar y controlar todo personalmente. Estamos involucrados en algo mucho más grande que nosotros. Necesitamos reconocer nuestras limitaciones personales, delegar autoridad y responsabilidad en los demás y colaborar en red para el avance del reino de Dios aún más allá de lo que pueda alcanzar personalmente.

Oración: Gracias Dios por la obra que Tú desarrollas en las personas. Que tu reino crezca y muchos sean alcanzados. Quiero ser un instrumento tuyo que colabora en esta red de bendición a la humanidad.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

¿Está permitido hacer el bien?

Marcos 3:1-6

Parece una pregunta innecesaria y de respuesta obvia. Con ella Jesús hace un llamado al sentido común, pero los religiosos legalistas no toman consciencia. Llegaron al punto ridículo de creer que cumplir una ley era más importante que hacer el bien a alguien. Jesús se enojó y se entristeció por cuánto habían endurecido su corazón.

Dios ama a los seres humanos. Y todo lo que hace, incluidas las leyes, son para nuestro bien. Obedecer la palabra de Dios es algo bueno y no debe usarse, ni siquiera un buen mandamiento, como excusa para no hacer el bien a alguien.

Debo imitar a Jesús en el amor y compasión que Él tiene hacia las personas. Necesito evitar la trampas del cumplimiento legalista de la Escritura y mantenerme sensible a la voz del Espíritu de Dios. Quiero ser un instrumento para alcanzar el bien de los demás.

Oración: Líbrame de practicar la fe como algo que sólo me sirva a mí personalmente. Quiero ser misericordioso y estar siempre dispuesto a ayudar a otros y hacer el bien como tú.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Descanso

Marcos 2:23-28

Dios había establecido un día de reposo a la semana para descansar. Pero, En vez de utilizar el descanso para el beneficio de las personas, los legalistas usaban este mandato como una ley más para cumplir, en forma esclavizante. Jesús les muestra que el día de reposo fue hecho para beneficio del hombre y no el hombre para el día de reposo.

Aún las cosas buenas, como el descanso, pueden convertirse en ídolos que nos esclavizan. Jesús es Señor aún del día de reposo. Su nombre está por encima de cualquier otra cosa. Su nombre está sobre todo nombre. Él tiene toda autoridad.

El descanso es una herramienta que me da Dios para la reparación de mis energías físicas, mentales, espirituales... Debo aprender a descansar y relajarme, y no obsesionarme con "cumplir la regla del descanso". Dios ES nuestro descanso y nuestra paz, por eso el descanso incluye aprender a no preocuparme, a confiar en Dios y adorarle. El descanso es para nuestro bien, no es una carga más para esclavizarnos.

Oración: Gracias por proveer herramientas para mi salud. Ayúdame a aprovecharlas sin hacerme esclavo de reglas. Ayúdame a relajarme y descansar, no solo físicamente, sino también mental y espiritualmente como un pequeño niño que se acurruca en tu mano de amor.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Ajustados

Marcos 2:18-22

Los fariseos y los discípulos de Juan proponían el ayuno como una rutina religiosa desconectada de la realidad. Sería como festejar en un funeral o entristecerse en una celebración. Jesús nos muestra que si me entristezco en una situación de alegría estoy produciendo desconexión y ruptura como lo haría un remiendo nuevo en vestido viejo o vino nuevo en contenedores de cuero viejos. Es importante ajustarme a la realidad en que vivo aún cuando tengo mi mirada enfocada en lo eterno.

Hay situaciones tristes en las que lo mejor que puedo hacer es llorar con el que llora, aunque vivo con esperanza. Hay situaciones en las que alegrarme con el que le va bien, es un acto de amor y humildad identificándome con la alegría del otro, especialmente si a mi no me va tan bien.

Conocer a Dios y tener la esperanza del cielo no es una excusa válida para ignorar el sufrimiento propio o el de otros. Las disciplinas espirituales como ayunar, orar y llorar por los que sufren son buenas, pero no me deben impedir ver y participar de las ocasiones de alegría y diversión.

Oración: Ayúdame a no tener una mirada tan sombría que no me deje ver las alegrías y triunfos. También, ayúdame a no aislarme en una nube de positivismo que me impida ver las cosas que no están bien. Quiero tener mi mirada en en el más allá y los pies en la tierra. Gracias Señor por mostrarme equilibrio y salud.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

No he venido a los justos

Marcos 2:13-17

La razón por la que Dios se acerca a nosotros es nuestra condición caída y corrupta. Dios no se acerca a nosotros porque seamos justos o santos o porque lo merezcamos. Es nuestro estado de necesidad lo que atrae el corazón de Dios. Nuestra condición quebrantada lo motiva a venir a esta tierra y morir en nuestro lugar.

Aunque mi vida haya mejorado y haya aprendido a vivir de manera santa, no debo pensar que por eso merezco el amor de Dios. Dios ya me amó antes, cuando todavía estaba lejos de Él y cuando mi comportamiento era malo.

Por eso mi amor a los demás no debe estar motivado por el grado de justicia que muestren, sino por su valor como personas, porque son imagen de Dios, porque Dios los ama. Debo imitar a Jesús y no juntarme sólo con personas justas, sino con todo tipo de personas. Si Dios me amó cuando yo estaba mal, yo también debo amar a los demás cualquiera sea su condición.

Oración: Gracias por amarme aún cuando estaba en mal camino. Ayúdame a amar así a todos para que todos te conozcan. Dame la sensibilidad necesaria para acercarme al que todavía no te conoce.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Perdonar

Marcos 2:1-12

Cuando Jesús perdona los pecados del paralítico, los estudiosos de la ley creen que Jesús se estaba extralimitando porque perdonar pecados sólo le corresponde a Dios. Lo que ellos no lograban entender era que Jesús es Dios y por eso tenía autoridad para perdonar pecados. Él mostró su autoridad sanando al paralítico.

Los seres humanos podrían perdonarnos ofensas que hicimos contra ellos, pero no tienen autoridad para quitarnos la culpa por la responsabilidad moral que tenemos delante de Dios por las cosas que hicimos mal en la vida. Por eso Jesús, siendo Dios, vino a la tierra no sólo a mostrarnos el camino, sino a pagar el precio que merecía nuestra culpa para que podamos experimentar el perdón y ser limpiados definitivamente.

Jesús no sólo tiene la autoridad para perdonarme, sino que también quiere hacerlo. Él está listo para perdonarme y limpiarme de toda maldad. Lo que me corresponde a mi es responsabilizarme de mis acciones y confesárselas a Él. Jesús es quien me limpia y me da el poder para vencer el pecado.

Oración: Señor, te entrego mis errores y culpas. Gracias por perdonarme y limpiarme de toda maldad. Gracias porque en ti puedo cambiar de rumbo para vivir una nueva vida con fe y esperanza.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

No se lo digas a nadie

Mateo 1:40-45

Durante el ministerio público de Jesús, notamos que en varias oportunidades, al hacer un milagro, Jesús le pide a las personas que no lo divulguen. Pero, algunos no se aguantaron las ganas de contar lo que les ocurrió. Esto hizo que aumente su fama hasta tal punto de que Jesús no podía entrar abiertamente en los pueblos sin que la gente se amontone alrededor de Él. Por eso Jesús tuvo que cambiar de estrategia y se quedaba fuera de los poblados, en lugares solitarios, así gente de todas partes venían a encontrarse con Él.

Cada uno tiene un límite de con cuántas personas puede relacionarse efectivamente. Puedo tener miles de seguidores en las redes sociales, pero para una relación más personal sólo es posible con un grupo más reducido de personas. ¿Cómo encontramos el equilibrio entre tener demasiados contactos o muy pocos? Necesitamos sabiduría de Dios para adaptarnos como hizo Jesús, para que la multitud no le quite espacio a las relaciones más cercanas y profundas.

Hay asuntos que puedo comunicar a las multitudes, pero hay otras relaciones que requieren un acercamiento más personal e íntimo.

Oración: Te necesito, Señor. Dame tu sabiduría para tener equilibrio en mis relaciones. Ayúdame a cuidar mi salud mental y social.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Guiado

Mateo 1:35-39

Aquí vemos a Jesús buscando un lugar solitario para orar. Él estaba interactuando mucho con la gente y necesitaba un tiempo a solas con el Padre. Él describe su relación con el Padre como de completa coordinación. Él no hacía nada fuera de la voluntad del Padre (Juan 5:19).

Luego de ese tiempo de oración a solas, y a pesar de que lo buscaba la gente de ese lugar, Jesús decide que era tiempo de recorrer otros lugares donde también pueda anunciar las buenas noticias del reino de Dios. Él estaba decidiendo entre dos cosas buenas: atender a la gente del lugar o ir a otros lugares a anunciar su mensaje a quienes todavía no lo habían oído.

Si Jesús, siendo el Hijo de Dios, necesitaba coordinar con el Padre para asegurarse de hacer Su voluntad. ¿Cuánto más necesitamos hacerlo nosotros?

Si no tomo mis decisiones guiado/a por el Espíritu Santo, terminaré guiado/a por la presión de la circunstancias. Necesito desarrollar una dependencia de Dios para la toma de decisiones. No quiero ser manipulado por los demás ni por mis propias ideas. Mis ideas podrían no ser lo que Dios quiere que haga (Isaías 55:8).

Oración: Señor, reconozco que tus pensamientos son más altos que los míos. Quiero hacer Tu voluntad. Abro mi corazón a la guía de Tu Espíritu. Ayúdame a ser sensible a Tu voz.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Sanidad

Marcos 1:29-34

Al ir a casa de Simón y Andrés, Jesús demuestra que no sólo tiene autoridad intelectual y espiritual, sino también sobre la salud física. Cuando la población se dio cuenta de esto, se aglomeraron a la puerta y Jesús sanó a muchos.

Cuando Dios hace milagros de sanidad, la gente se siente atraída porque, generalmente, queremos librarnos de nuestras aflicciones. Al buscar un milagro, no necesariamente estamos buscando a Dios. Pero al hacerlo algunos se dan cuenta de que Dios existe y que nos ama, y allí comienza una relación transformadora con Dios. Esta relación trascendental tiene consecuencias positivas para toda la eternidad. 

Recuperar la salud después de una enfermedad es un asunto muy pasajero si lo comparamos con los millones de años de la eternidad. En realidad, el milagro más grande y trascendente es conocer a Dios. Pero, para muchos conocer a Dios no es una necesidad percibida, así que, las enfermedades u otros problemas de la vida sirven como detonantes para darnos cuenta de cuánto necesitamos a Dios.

C.S.Lewis dijo: "Podemos ignorar el placer, pero el dolor insiste en que le prestemos atención. Dios susurra en nuestros placeres, habla en nuestras consciencias, pero grita en nuestros dolores. El dolor es el megáfono de Dios para despertar a un mundo sordo."

Oración: Ayúdame a estar atento aún a tus susurros para no ignorar tu voz. Frecuentemente, me quedo maravillado de lo bueno que es ser guiado por ti. Gracias por hablarme y tenerme paciencia.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Autoridad

Marcos 1:21-28

Jesús iba a la sinagoga y enseñaba como cualquier otro judío, pero a diferencia de los maestros de la ley, Él lo hacía con autoridad. Y esa autoridad no era solamente intelectual, sino que aún cuando se presentaban personas dominadas por espíritus malignos que intentaban perturbar su obra, Él expulsaba a los espíritus y estos le tenían que obedecer abandonando a sus víctimas.

Jesús demostró su autoridad sobre la naturaleza, sobre el mundo intelectual, sobre la enfermedades, los espíritus, el pecado y aún la muerte. No hay nada que no esté bajo su autoridad (Mateo 28:18). Por eso, tener a Jesús a nuestro lado es tan significativo.

Aunque, como cualquier otro ser humano, soy susceptible a accidentes, enfermedades y muerte, aún así, puedo saber que Él me protege, y que sólo va a ocurrir lo que Él permita (Juan 16:33). Saber que Jesús está conmigo me libra de limitaciones autoimpuestas como la cobardía y el miedo.

Con Él puedo atreverme a ser valiente y emprender nuevos desafíos para la honra de Dios. No estoy solo/a y lo que hago no sólo depende de mi. El todopoderoso está conmigo. 

Oración: Gracias por estar conmigo, Señor. Tu presencia me da seguridad y valentía. Quiero honrarte en todo lo que hago, no confiando solo en mí mismo sino en tu presencia en mi.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Cerca

Marcos 1:14-20

Dios está cerca de cada uno de nosotros. Desde siempre busca relacionarse con nosotros y está cerca dándonos múltiples oportunidades. Nos invita a caminar con Él. Y cuando le seguimos nos invita a participar de su misión de alcanzar a otros.

El gran engaño de muchos que se privan a si mismos de tener una relación personal con Dios, es creer que Dios está lejos. Piensan que está distraído en otros asuntos más trascendentales, o que no se interesa por nosotros o nuestra realidad cotidiana, o que no es posible conocerle.

La naturaleza nos muestra algo de la deidad de Dios y de Su poder eterno (Rom.1:20). A lo largo de la historia humana, Dios se mostró a sí mismo de muchas maneras, y finalmente se mostró a través de Su Hijo Jesús. También nos ha facilitado una forma escrita de su revelación en las Escrituras, la Biblia. No podría negar de que Dios está cerca, y que está interesado en cada uno de nosotros. Y en forma más personal, a lo largo de la vida nos proporciona experiencias que nos llaman la atención hacia Él.

C. S. Lewis escribió: «Dios nos susurra en nuestros placeres, nos habla en nuestra conciencia, pero nos grita en nuestros dolores»

Oración: Gracias por acercarte a mi, por valorarme, aceptarme y haber muerto por mi en la cruz. Nunca acabaré de agradecerte tanto amor. Y gracias porque estás a mi lado todos los días. Cada día puedo aprender de tu voz hablándome.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Nuevo comienzo

Marcos 1:9-13

En el bautismo de Jesús, Dios se muestra como Padre (a través de la voz del cielo que se oía), como Hijo (Jesús que se bautizaba) y como Espíritu (descendiendo en forma de paloma) confirmando a Jesús en el comienzo de su obra en la tierra. Luego Jesús va al desierto y pasa cuarenta días de ayuno donde ora y batalla contra tentaciones. Después de eso comienza su ministerio público.

Al comenzar una nueva etapa, una nueva área de influencia o un nuevo ministerio, puede ser que tenga que pasar por dificultades, pruebas de mi carácter, incertidumbres, tentaciones, orando por discernimiento y dirección en mis decisiones. Si Dios me va a llevar por un camino que nunca he transitado, sería lógico pensar que necesito ser preparado/a y moldeado/a por Él para orientar mis actitudes y adaptarme a esta nueva etapa.

Cuando pasamos por un tiempo de pruebas, no sólo personales sino como sociedad y como planeta, como la pandemia, es muy probable que Dios nos está preparando para una nueva realidad histórica que no hemos experimentado antes. Caminos nuevos por los que necesitamos aprender a caminar con valentía y con esperanza. Aprovechemos esta etapa de reconfiguración y dejémonos moldear por Dios.

Necesito estar atento/a a que Él me guíe a lo que Él quiera hacer, sabiendo que Él quiere lo mejor para la raza humana y no quiere que nadie se pierda. En medio de tiempos angustiosos no debo perder la fe y la esperanza siendo que Jesús nos prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:20) reconociendo que el sufrimiento es parte de esta vida pero que con Jesús podemos pasar por el sufrimiento de manera victoriosa (Juan 16:33).

Oración: Ayúdame a aprovechar cada dificultad y cada prueba para crecer, para avanzar y para acercarme más a ti. Líbrame de la frustración o la desesperación. Que aún en tiempos de dificultad pueda mantener el crecimiento, el propósito y la misión con esperanza y con fe en Ti. Tú puedes hacer que todo ayude a bien (Romanos 8:28). Y yo necesito aprender a vivir esta vida con esa actitud de confianza.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Preparación

Marcos 1:1-8

El autor de Marcos comienza el libro citando la profecía de Isaías que anuncia el ministerio de Juan el Bautista. Su función era preparar el camino del Señor.

Juan anunciaba la necesidad de arrepentimiento de pecados y lo hacía bautizando a la gente en el río Jordán. Por otro lado, anunciaba que después de él vendría alguien muy superior que haría una obra transformadora mayor en las personas.

En muchos sentidos puedo imitar a Juan:

- Puedo comunicar a otros la necesidad de arrepentirnos de lo que está mal.

- Puedo apuntar hacia Jesús, para que todos experimentemos una obra transformadora más profunda en Él.

- Me instruye la actitud de humildad de Juan, que era consciente de que la verdadera obra transformadora estaba en Jesús y no en si mismo. "...tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros" (2 Corintios 4:7).

- Puedo imitar a Juan en preparar el camino eliminando los obstáculos para que otros conozcan a Jesús.

Oración: Gracias por el modelo de Juan. Quiero ser un instrumento para que otros te conozcan. Ayúdame a quitar las barreras y obstáculos que impiden que la gente pueda acercarse a ti.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Hacer discípulos

Mateo 28:16-20

Antes de ascender a los cielos, Jesús convoca a sus seguidores en Galilea y les encomienda la continuación de su misión. Nosotros, sus discípulos podemos participar de su obra, de llevar su mensaje hasta hasta el último rincón del mundo.

La misión del reino de Dios consiste en hacer discípulos de todas las naciones y transmitirles todo lo que Jesús nos ha enseñado. Como seguidor de Jesús, es mi misión formar discípulos que sigan a Jesús. Y Él me promete estar conmigo siempre.

Si yo recibo el mensaje de Jesús y no lo comparto con nadie, la cadena se detiene. Pero, si lo que recibo de Dios lo comparto con otros, y ellos con otros, esto se multiplica, y a través de mi, la salvación de Dios puede llegar a una número incontable de personas.

Oración: Gracias por permitirme ser parte de Tu misión. Quiero que muchos te conozcan y experimenten la salvación que yo experimenté. Gracias por estar conmigo y ayudarme a hacerlo.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Vivo de nuevo

Mateo 28:1-10

Me imagino lo que habrán sentido estas mujeres al ir a la tumba con dolor, encontrarse con el hecho de que Jesús no está allí y luego recibir la noticia de que está vivo. Creo que al ver a Jesús, les habrá sido difícil creer lo que sus propios ojos estaban viendo. Finalmente, en medio de su asombro y alegría, Jesús les encomienda comunicar su resurrección a los otros discípulos.

La resurrección de Jesús es un hecho tan contundente que hasta el día de hoy sacude cualquier argumento anticristiano y es un evento clave para la credibilidad de nuestra fe. Cualquier ser humano podría morir en una cruz, pero sólo Dios podría provocar una resurrección.

Aunque el poder salvador de la muerte de Jesús en la cruz lo acepto por fe, esa fe está fundamentada en la demostración de Su poder sobre la muerte, evidenciado en la resurrección.

Mi fe se basa en evidencias claras y contundentes de la muerte y resurrección de Jesús. Y estos son los elementos fundamentales de mi fe y de mi mensaje a la humanidad (1 Corintios 15:14).

Oración: Gracias por mostrar no sólo tu amor sino también tu poder. Ahora puedo vivir confiado sabiendo que tu presencia en mi me llena de amor y poder para vivir con seguridad y valentía.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Sepultado

Mateo 27:57-66

José de Arimatea era rico, parte del concilio que condenó a Jesús, aunque no estuvo de acuerdo con la condena. Él fue quien pidió el cuerpo de Jesús para sepultarlo en su propiedad y Pilato se lo concedió.

La sepultura nos transmite lo real y definitivo que es la muerte. Nos muestra que no hay paso atrás. 

La muerte y sepultura legalmente autorizada, con testigos, el lugar preciso de la tumba, la gran piedra de la entrada y la guardia de soldados que vigilaban la tumba, hacen más maravilloso el milagro de la resurrección.

Aún cuando mis circunstancias parecen ser definitivas y sin salida, Dios sigue teniendo la última palabra. No hay circunstancia que Él no pueda cambiar. Él es el mismo, ayer, hoy y por siempre (Hebreos 13:8).

Oración: Te adoro Señor, a ti que haces que lo imposible se haga posible. No hay nada que pueda resistirse a Tu poder. Tú abres camino donde no hay. Pongo mi fe y mi confianza en ti para que hagas conmigo lo que Tú quieras.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Este es...

Mateo 27:45-56

Después de presenciar la crucifixión, las insinuaciones de los sacerdotes y la burla de la gente, los soldados que custodiaban el área fueron testigos de la agonía de Jesús. La tierra se oscurece por tres horas hasta que Jesús muere, y entonces las tierra tiembla, rocas se parten, sepulcros se abren, muertos resucitan, y el velo del templo se parte en dos. Cuando los soldados ven todo esto quedan aterrados y dicen: "¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!"

Los testigos presenciales de la muerte y resurrección de Jesús fueron transformados radicalmente y comenzaron a difundir este mensaje lleno de fe y amor de Dios, muchas veces aún poniendo en riesgo su vida para poder hacerlo.

Cada uno tiene que examinar las evidencias y decidir si va a creer o no en Jesús como el Hijo de Dios. La muerte y resurrección de Jesús son un mensaje contundente de Dios y están llenos de amor y poder para salvarnos.

Hoy cuando miro a las evidencias históricas de la muerte y resurrección de Jesús, y la manera en que Él se reveló a la humanidad, no puedo menos que amarle y llenarme de gratitud por tanto amor.

Oración: Gracias Señor por haberte entregado por amor a mi y al resto de la humanidad. Quiero responder a ese amor viviendo una vida de entrega a ti y a mis prójimos, para honrar tu nombre.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Tortura

Mateo 27:32-34

No nos gusta hablar de tortura porque es algo tan degradante que traumatiza a las personas y planta semillas de rechazo, amargura y odio. En el caso de Jesús, la tortura física: los azotes, golpes y la crucifixión en sí, se sumaban a la tortura psicológica: la humillación pública, las burlas, el cartel en la cruz, los desafíos a que se baje de la cruz y el estar desnudo ante todos.

Aunque Jesús tenía el poder de bajarse de la cruz si hubiera decidido hacerlo, él no estimó el ser igual a Dios como algo a que aferrarse, sino que se despojó a si mismo y se entregó a si mismo como hombre hasta la muerte (Filipenses 2:6-8).

Las torturas no lograron quebrar su voluntad de amor por nosotros. Nuestra redención era Su motivación que lo animaba a seguir adelante a pesar del sufrimiento (Hebreos 12:2).

Esto produce en mi una gratitud inmensa sabiendo que nunca voy a poder pagar tanto amor. Y por otro lado, me prepara para no quejarme excesivamente o abandonar la lucha cuando tengo que sufrir en esta vida. Mi sufrimiento, cualquiera que sea, no se compara con el de Él y debería sentirme privilegiado cuando participo en sus sufrimientos (Colosenses 1:24).

No es agradable sufrir. Pero, si pongo mi sufrimiento al lado de la alegría de estar al lado del Señor por la eternidad, veo que en realidad mi sufrimiento es muy pequeño en proporción. Necesito dejar que la alegría del Señor me fortalezca en medio del sufrimiento y no derrumbarme por pensamientos amargos y de desesperación.

Oración: Descanso en tus brazos, Señor. Tu fortaleza en el sufrimiento me ayuda a no desanimarme ante las dificultades de la vida. Tu gozo, Señor, es mi fortaleza.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Burla

Mateo 27:27-31

La burla tiene el efecto de erosionar la autoestima. Cuando más cercana y significativa sea la persona que se burla de nosotros, mayor será el daño. Jesús sabía que era Hijo de Dios, y que su misión era más importante que su sufrimiento y logró mantenerse firme ante el maltrato y las burlas.

La forma de ser menos vulnerable a la burla es no depender de la opinión de otros para mi autoestima, sino tener un fundamento más sólido, lo que Dios piensa de mi. Por eso, es tan importante saber quien soy, y como me ve Dios.

Saber que en Cristo soy "hijo" o "hija" de Dios, y saber que Dios me ama y me valora más que nadie, me pone en una posición firme y sólida y menos vulnerable a la opinión de los demás.

Oración: Gracias Dios por amarme y valorarme como tu hijo/a. Ayúdame a verme a mí mismo cómo me ves tú, para así ser menos susceptible a la opinión de los demás.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin