Perdonar

Marcos 2:1-12

Cuando Jesús perdona los pecados del paralítico, los estudiosos de la ley creen que Jesús se estaba extralimitando porque perdonar pecados sólo le corresponde a Dios. Lo que ellos no lograban entender era que Jesús es Dios y por eso tenía autoridad para perdonar pecados. Él mostró su autoridad sanando al paralítico.

Los seres humanos podrían perdonarnos ofensas que hicimos contra ellos, pero no tienen autoridad para quitarnos la culpa por la responsabilidad moral que tenemos delante de Dios por las cosas que hicimos mal en la vida. Por eso Jesús, siendo Dios, vino a la tierra no sólo a mostrarnos el camino, sino a pagar el precio que merecía nuestra culpa para que podamos experimentar el perdón y ser limpiados definitivamente.

Jesús no sólo tiene la autoridad para perdonarme, sino que también quiere hacerlo. Él está listo para perdonarme y limpiarme de toda maldad. Lo que me corresponde a mi es responsabilizarme de mis acciones y confesárselas a Él. Jesús es quien me limpia y me da el poder para vencer el pecado.

Oración: Señor, te entrego mis errores y culpas. Gracias por perdonarme y limpiarme de toda maldad. Gracias porque en ti puedo cambiar de rumbo para vivir una nueva vida con fe y esperanza.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin