Autoridad

Marcos 1:21-28

Jesús iba a la sinagoga y enseñaba como cualquier otro judío, pero a diferencia de los maestros de la ley, Él lo hacía con autoridad. Y esa autoridad no era solamente intelectual, sino que aún cuando se presentaban personas dominadas por espíritus malignos que intentaban perturbar su obra, Él expulsaba a los espíritus y estos le tenían que obedecer abandonando a sus víctimas.

Jesús demostró su autoridad sobre la naturaleza, sobre el mundo intelectual, sobre la enfermedades, los espíritus, el pecado y aún la muerte. No hay nada que no esté bajo su autoridad (Mateo 28:18). Por eso, tener a Jesús a nuestro lado es tan significativo.

Aunque, como cualquier otro ser humano, soy susceptible a accidentes, enfermedades y muerte, aún así, puedo saber que Él me protege, y que sólo va a ocurrir lo que Él permita (Juan 16:33). Saber que Jesús está conmigo me libra de limitaciones autoimpuestas como la cobardía y el miedo.

Con Él puedo atreverme a ser valiente y emprender nuevos desafíos para la honra de Dios. No estoy solo/a y lo que hago no sólo depende de mi. El todopoderoso está conmigo. 

Oración: Gracias por estar conmigo, Señor. Tu presencia me da seguridad y valentía. Quiero honrarte en todo lo que hago, no confiando solo en mí mismo sino en tu presencia en mi.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin