jueves, 10 de diciembre de 2020

Paranoia

Mateo 14:1-12

Los Reyes y gobernantes de aquel tiempo callaban a sus opositores mandándolos matar. Pero, a pesar de su megalomanía, muchos temían a la opinión pública y a la justicia divina. Herodes había sido presionado a mandar matar a Juan el Bautista, sabiendo que era un servidor de Dios. Así que, ahora que escuchaba de Jesús y sus milagros pensaba que era Juan que volvió de entre los muertos.

Aún la persona que más parece sentirse segura de si misma, debe enfrentarse a sus propios miedos. La culpa de sus malas acciones le persigue y el saber que un día tendrá que rendir cuenta de sus actos delante de Dios.

Dios me ofrece libertad de esa culpa. Jesús es el camino para la libertad. Para ser perdonados necesito recibir a Jesús en mi vida. El perdón de Dios incluye:

1. Reconocer mi responsabilidad de lo que hice mal,

2. Pedir perdón y

3. Recibir el perdón de Jesús.

Jesús es capaz de perdonarme porque es Dios y con su muerte en la cruz pagó el precio de mi redención. Él me hace justo por transferirme de su propia justicia. Independientemente de mi pasado, Él me limpia y hace justo dándome la oportunidad de comenzar de nuevo. Jesús es la respuesta a la culpa humana.

Oración: Gracias Jesús por amarme tanto. Gracias por el perdón inmerecido. Gracias por librarme de la culpa que me atormentaba. Gracias por redimirme y hacerme justo. Ayúdame a vivir para honrarte. Nunca podré agradecerte lo suficiente por tanto amor.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

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