Mateo 6:25-34
Es difícil no preocuparme por el mañana porque cuando me preocupo, me da la sensación de que estoy siendo responsable, como si estaría haciendo algo al respecto de mis problemas o carencias futuras.
Prepararme para el futuro es correcto, estudiar, planificar, invertir, organizar son cosas sabias que hacemos hoy pensando en el futuro. Lo que es incorrecto es afligirme dándole vuelta a mis pensamientos con ansiosa inquietud (Lucas 12:29). Esto muestra mi falta de fe.
La propuesta de Jesús es que me concentre en el hoy y deje el futuro en Sus manos. Y va más allá aún, entre las cosas que me ocupo hoy, debo priorizar lo que contribuya al reino de Dios y dejar todo lo demás en un segundo plano. Es un ejercicio de confiar en Dios. Esto es verdadera adoración. Al confiar en Dios estoy reconociendo que Él tiene todo el poder, que sabe lo que es mejor para mi y que me ama.
Desarrollar confianza en Dios es lo opuesto a preocuparse. Depositar mis preocupaciones en sus manos me da paz (Filipenses 4:6-7) y me permite ahorrar las energías que necesito para enfrentar efectivamente los problemas de hoy.
Hoy y cada día necesito hacer el ejercicio de poner mis asuntos en sus manos y hacer descansar mi mente en la confianza en Dios.
Oración: Te amo Señor y te agradezco porque siempre me cuidas. Pongo mi confianza en ti para vivir el hoy con todas mis fuerzas y ayúdame a no gastar energías preocupándome por el futuro.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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