domingo, 20 de septiembre de 2020

La riqueza... ¿me sirve o le sirvo?

 Mateo 6:19-24

La riqueza es una herramienta y no debería dominar nuestro corazón. La riqueza en si misma no es buena ni mala. Pero, es muy importante como la veo. Puede convertirse en mi tesoro que acumulo y dominar mis pensamientos y mis acciones. No puedo servir a Dios y a las riquezas. Los dos reclaman prioridad en mi vida y sólo puedo darle mi máxima atención y fidelidad a uno de los dos.

Mi tesoro debe estar en el cielo. Mis ambiciones deben apuntar hacia el cielo. Para que algo de lo que tengo o haga sea trascendente, debe estar al servicio de Dios. Debo priorizar en mi vida lo que tenga valor eterno.

Puedo ser un buen administrador si veo la riqueza como un instrumento para la vida, que honre a Dios y sirva a los demás.

Oración: Gracias por las riquezas materiales, sociales y espirituales. Ayúdame a ser un buen administrador y a mantener en orden mis prioridades. Sólo quiero servirte a ti Señor.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

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