Mateo 7:7-11
Un muchacho vuelve a casa diciendo -hoy casi me regalaron un burro-. La familia le pregunta: -¿por qué dices eso?-. A lo que respondió: -Había un señor con dos burros y le pedí uno-.
En vez de pensar: "no me dieron lo que pedí", él prefirió pensar "casi me lo dieron". Aunque otro consideraría ese pedido como absurdo, Él hizo su parte de pedir y esperar. Una decisión a su favor del dueño del burro hubiera hecho realidad este anhelo del muchacho si lo hubiera querido. Aunque el dueño del burro tuviera la voluntad de regalar su burro, no lo podría haber hecho a este muchacho sin que este primero le exprese su pedido.
No puedo controlar todo en la vida, pero al pedir, buscar y llamar estoy recorriendo la mitad del proceso necesario para que se hagan realidad los sueños y proyectos. Esto se aplica a mi relación con las demás personas, pero aún más en mi relación con Dios que ya tiene la voluntad de hacerme bien.
Si quiero trabajo, debo ir a solicitar trabajo. Aunque existen muchas posibilidades de que no me contraten, al pedir trabajo estoy haciendo la parte del proceso que me corresponde a mi hacer para lograrlo. Y existen mucho más posibilidades de que me den trabajo si estoy activamente buscando y solicitando empleo que si me quedo en casa esperando que a alguien se le ocurra contratarme.
Oración: Ayúdame a no estar pasivo o paralizado frente a las necesidades. Mi parte es pedir, buscar y llamar. Dame la confianza e iniciativa para hacerlo y persistir en ello.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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