Mateo 7:12
Aquí Jesús está haciendo eco del gran mandamiento. El gran mandamiento se refiere a amar a Dios intensamente con todo nuestro ser y como consecuencia lógica amar a los demás como a uno mismo.
No puedo decir que amo a Dios si eso no se traduce en amor hacia las demás personas que también fueron creadas por el mismo Dios. Y aquí Jesús me da una manera de medir mi amor por los demás: los trato como me gustaría que me traten a mi.
Si soy una persona saludable y equilibrada mentalmente, voy a valorar y cuidar de mi mismo. Ese mismo valor y cuidado debo rendir a las personas que se cruzan en mi camino. Debo ponerme en el zapato del otro. Tratar de entender valorar y sentir lo que el otro siente. Mi realidad personal no es más importante y valiosa que la de los demás.
Este amor y solidaridad que Jesús nos enseña, hace que la convivencia y las dificultades que enfrentamos sean más soportables, nos desafía a crecer, nos llena de entusiasmo y alegría.
Oración: Líbrame dé pensar sólo en mi mismo. Quiero ser consciente y sensible a las necesidades de los demás. Ayúdame a acercarme a aquel que está muy solo y necesita una mano solidaria.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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