Mateo 7:1-6
La capacidad de juzgar es una habilidad muy necesaria para la vida. Es poder diferenciar entre algo bueno y algo malo, entre algo bueno y algo mejor (Hebreos 5:14). Desjuiciado/a es el que no tiene juicio o sensatez.
Jesús nos enseña que no debemos desperdiciar esa capacidad concentrándonos en el error de otros, sino en nosotros mismos. Es más fácil reconocer el error en otros, pero concentrarme en el error de otros me hace hipócrita porque desvía la atención de mis propios errores.
Jesús me dice que mis errores pueden ser mucho peores que los que estoy tratando de identificar en otros. Por eso no debo desperdiciar esta capacidad de juicio sino usarla para mi propio proceso de arrepentimiento y crecimiento personal (Salmo 51:3).
Cuando veo un error en otros debo ser especialmente consciente de mis propios errores y mi tendencia a equivocarme (Juan 8:7). Sino no podré tener la humildad necesaria para contribuir positivamente y con amor a los que pidan mi consejo y orientación.
Oración: Líbrame del error de enfatizar las faltas ajenas. Dame humildad y autoconsciencia de mis propios errores para cambiar y crecer. Ayúdame a obrar con misericordia y compasión cuando veo fallas en los demás.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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