miércoles, 6 de enero de 2021

Fe y autoridad divina

Mateo 21:18-27

Jesús hacía milagros extraordinarios que dejaban sin palabras a los que los observaban.

1. A los que rechazaban la obra de Dios les mostraba que, necesitaban reconocer que era Dios quien estaba haciendo esos milagros, que veían. No me puedo acercar a Dios si primero no descubro que existe y lo reconozco como Dios (Hebreos 11:6).

2. A los que ya lo reconocían y seguían les mostraba que ellos también podían experimentar esa autoridad delegada de Dios en ellos a través de desarrollar la oración y la fe. Cuanto mayor sea mi confianza en Dios, mayor será la autoridad de Dios evidenciada en mi vida.

Dios es digno de confianza, pero hasta que no lo compruebo personalmente, mi fe no es personal. La fe es creer, es mi confianza en Dios.

La fe en Dios no es una habilidad mental aislada sino que está profundamente enraizada en el conocimiento de las Escrituras y una relación personal con Dios.

Una relación personal consiste en relacionar lo que me pasa cotidianamente y lo que hago con lo que Dios me dice en la Biblia. El Espíritu Santo es mi instructor que actúa en mi interior y me guía a desarrollar esta relación hasta que se convierte en una conversación cotidiana y amistosa con Dios.

Si no me relaciono con Dios en forma personal y a través de las Escrituras, no podré conocer verdaderamente a Dios ni desarrollar confianza en Él.

Oración: Gracias por mostrarte a ti mismo en las Escrituras. Ayúdame a crecer cada día en mi relación contigo. Que tu presencia en mi vida sea cada día más evidente.


Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin



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