Mateo 23:13-39
Jesús denuncia una de los errores más comunes de los seres humanos, la hipocresía. Generalmente somos exigentes con la autenticidad de los demás, pero tendemos a ser poco críticos con nuestra propia autenticidad.
Jesús me llama al auto-análisis. Cultivar la apariencia sólo engaña a algunos humanos, pero no a Dios. Por mi propio bien, necesito cultivar mi autenticidad.
Dios me conoce mejor que nadie. No tiene sentido de fingir delante de Dios porque de Él nadie puede esconderse, Él me conoce mejor de lo que yo me conozco a mi mismo. Él me acepta no porque yo sea bueno, sino porque Él me ama. Dios me acepta así como soy y me perdona si estoy realmente arrepentido de mis errores.
Ser honesto es un ingrediente importante en mi proceso de sanidad y crecimiento personal. Si no reconozco mis errores, no podré recibir perdón, ni cambiar. Si no reconozco las cosas que hago mal, bloqueo el acceso a las herramientas para mi restauración y crecimiento personal. Ser deshonesto sólo agrega otra capa más de contaminación a mi persona.
Oración: Ayúdame, Señor, a ser honesto y transparente. Quiero vivir una vida libre sin necesidad de ocultar nada. Gracias por aceptarme así como soy, y ayudarme a cambiar y mejorar.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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