Juan 11:38-44
Después de cuatro días de Lázaro haber muerto. Jesús les pide que abran la tumba aunque la gente temía el mal olor. É llama a Lázaro de entre los muertos y este sale de su tumba con los envoltorios funerarios. Jesús lo manda desatar para que pueda andar libremente.
Jesús tiene en sus manos el poder de la vida y de la muerte. Pero, aún así se conmueve y llora cuando ve a la gente sufriendo la pérdida de Lázaro. En medio del dolor Él les alienta a tener fe: "si crees verás la gloria de Dios".
Aunque Jesús se reserva el derecho de decidir cuando va a hacer un milagro, o si lo va a hacer o no; debemos saber que Él se interesa por nosotros, le conmueve nuestro dolor y en sus manos tiene todo el poder. Él sabe mejor que nosotros lo que es mejor para nosotros.
Oración: Ayúdame a poner toda mi fe y mi confianza en ti. A descansar en ti para cada aspecto de mi vida. Sabiendo que eres soberano sobre todo.
Siguiendo al maestro
Por Daniel Martin
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