Juan 12:20-33
Cuándo la semilla cae a tierra y muere es cuando alcanza su potencial de producir una nueva planta y multiplicarse en muchas semillas.
Jesús estuvo dispuesto a entregar su vida para ganar una salvación que nos compete a todos. De manera similar, cuando nosotros estamos dispuestos a ser generosos y entregar nuestra vida es cuando triunfamos. Cuando nuestro objetivo en la vida no es sobrevivir, tenemos fuerzas y energías para alcanzar propósitos más valiosos.
Si nos aferramos a nuestra vida, nuestra familia o nuestras cosas y queremos sobreprotegerlas, impedimos que cumplan su propósito. El temor y la cobardía pueden bloquear propósitos y oportunidades. Debemos aprender a ser generosos y libres para soltarnos en las manos de Dios.
Oración: Gracias por entregar tu vida por mi. Nunca terminaré de agradecértelo. Líbrame del egoísmo. Quiero entregarme por completo para que hagas conmigo lo que Tú quieras. Te amo Dios.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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