Juan 12:34-50
Varios judíos decidieron no creer en Jesús a pesar de las evidencias que tenían delante de sus ojos. Se los describe como con los ojos cegados y el corazón endurecido. Muchos otros creyeron en Jesús, pero no lo publicaban por miedo a las autoridades.
Jesús les exhorta a vivir en la luz y no dejar que las tinieblas los confundan. Para los judíos, creer en Jesús no era creer en algo diferente, sino simplemente creer a Dios Padre, era darse cuenta que Él es el cumplimiento de lo que Dios vino anunciando desde hacía mucho tiempo. Para los judíos que conocían las Escrituras creer en Jesús era integrar la revelación de las Escrituras con el cumplimiento que veían delante de sus ojos.
Para creer usamos las evidencias que tenemos delante de nosotros. Pero, no son solo las evidencias. En algún momento, debemos tomar la decisión de creer o no creer. Creer implica confiar y entregarse a aquello en lo que uno cree. Por lo tanto, lo haremos solo si estamos seguros de que Jesús es confiable. ¿Es confiable para ti?
Oración: Señor, gracias por darnos tantas evidencias de tu amor y verdad. Creo en ti. Deposito mi confianza en ti y quiero seguirte todos los días de mi vida haciendo tu voluntad.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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