Juan 14:1-4
Enfrentar el final de una etapa, oposición, crisis, muerte o enfermedades, produce incertidumbre. Jesús anima a sus discípulos a confiar aún en esas etapas, porque el destino eterno de ellos ya estaba asegurado. Ellos habían conocido el camino a Dios. Jesús es el camino.
"No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mi." Juan 14:1
Aún conociendo el camino, podemos desenfocarnos. Debemos volver una y otra vez a depositar nuestra confianza en Dios. Y cuando otras certezas tambalean en nuestra vida, la gran certeza: Jesús, no tambalea nunca.
Oración: Señor y Dios, pongo mi confianza en ti. Tú eres el único digno de mi confianza. Tú entiendas mi vida mejor que yo. Echo toda muy ansiedad sobre ti porque tú cuidas de mi vida.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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