Juan 14:15-21
Aunque muchos decimos amar a Dios. En realidad muchos amamos nuestra propia idea mental de Dios. No nos sirve de nada enamorarnos de una idea imaginaria de Dios. Jesús nos desafía a amar de verdad, o sea, poniendo diligencia en conocerle como él realmente es, aprender Su camino y obedecerle.
El estudio de la Biblia y la disciplina personal sirven para conocer a Dios y ajustar mi vida a los parámetros de Dios. Mi obediencia a Dios es la evidencia de mi amor por Él y permite a Su Espíritu trabajar en mi vida diaria mostrándome más de Él. Esto llega a ser un proceso de crecimiento espiritual continuo en mi ser.
Oración: Perdona mi desobediencia. Que mi terquedad no sea un estorbo a la obra de tu Espíritu en mi. Gracias por tu perdón, porque me restauras y porque me ayudas a enderezar mi vida. Quiero crecer cada día a través de la obediencia a tu Palabra.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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