Juan 20:1-9
Además del duelo por la muerte de Jesús, se le agrega la incertidumbre de la tumba vacía.
- María ve la piedra quitada,
- El cuerpo de Jesús no estaba donde lo habían puesto y avisó a Juan y Pedro
- Ellos corrieron al sepulcro y vieron la tumba vacía.
- las vendas que envolvieron el cuerpo estaban allí, el sudario estaba enrollado a un lado.
- Pedro entró a verificar.
- Juan quedó a la entrada y se describe a si mismo como comenzando a creer en la resurrección en ese momento. Hasta ese momento no habían entendido lo que Jesús decía sobre la resurrección.
La tumba vacía me ofrece la lección de que Dios puede transformar aún la peor de mis circunstancias. Cuando Dios hace algo extraordinario podría estar inicialmente confundido y desconcertado. Dios es soberano sobre todo, aún sobre la muerte.
Oración: Tú eres Dios. Te adoro. Te pido perdón cuando analizo mis circunstancias sin considerar la posibilidad de tu intervención milagrosa. Ayúdame a vivir cada día con la consciencia de tu presencia todopoderosa.
Siguiendo al maestro.
Daniel Martin
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