jueves, 20 de agosto de 2020

A veces hay que huir

Mateo 2:13-23

La extrema vulnerabilidad de la familia de Jesús frente a un rey asesino y paranoico requería una decisión rápida para proteger al niño Jesús. Guiados por el ángel decidieron huir a Egipto antes de que llegue la orden del rey de matar a Jesús.

A veces en la vida nos toca huir, renunciar, hacer un paso atrás, callarnos en vez de hablar, desaparecer... Aunque solucionemos la situación, nos puede quedar el sentimiento de que fuimos cobardes, o nos preguntamos ¿qué hubiera pasado si enfrentábamos valientemente el peligro? Pero, cuando atravesamos injusticias como estas, no debemos olvidar que lo que nos pasa no se le escapa a Dios. Dios sigue dirigiendo nuestra vida y como al niño Jesús, irá mostrándonos el camino a seguir.

Aunque sea desagradable, a veces huir es la mejor decisión. Tenemos capacidad de volver a empezar de nuevo, rearmar, redefinir, redireccionar. Debemos dejar atrás las experiencias desagradables e impulsarnos hacia adelante. La vida de Jesús y su familia es un ejemplo de esto. Después de vivir un tiempo en Egipto, ellos volvieron y se relocalizaron en Nazaret (por eso se le conoce a Jesús también como "el nazareno"), Jesús creció y finalmente cumplió con el propósito por el cual vino a esta tierra.

Dios sabe mejor que tú, los mejores planes para tu vida. Dios cumplirá sus planes y propósitos con tu vida, sin importar las circunstancias amargas por las que tengas que atravesar.

Oración: Gracias Señor por estar conmigo siempre. Confío en que tú guías mi vida aunque a veces no comprendo tus planes. Aún en momentos difíciles ayúdame a ver tu mano guiándome y protegiéndome. Creo que tú cumplirás tu propósito en mi.

Siguiendo al maestro.

Daniel Martin

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