Juan 19:28-30
Después de completar su obra en la tierra, Jesús declaró: Todo se ha cumplido, consumado es... Había ocurrido tal como Dios lo anunció por sus profetas hacía siglos.
Finalmente, el poder del pecado y de la muerte eran derrotados. En la aparente derrota del crucificado, estaba el sacrificio redentor de la humanidad. Su poder sobre la muerte iba a ser demostrado en pocas horas. La humanidad tendría para siempre muestras contundentes del amor y del poder de Dios.
Con su vida nos mostró la verdad de lo que somos y de lo que deberíamos ser. Con su muerte nos ofrece el perdón de nuestros peores errores y nos da el poder para volver a comenzar y enderezar nuestros pasos.
Oración: Gracias Jesús por tu vida y por tu muerte. Sanaste para siempre mi pasado y mi futuro. Me diste vida eterna y me equipaste para vivir una vida abundante aún en medio de las limitaciones terrenales.
Siguiendo al maestro
Daniel Martin
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