Mateo 1:18-25
José estaba desconcertado. Su prometida estaba embarazada antes de casarse. Él la amaba y quería evitarle la vergüenza pública por eso planeó divorciarse en secreto. El ángel le ayudó a entender el origen de ese embarazo y José decidió recibirla como esposa.
Mientras José pensaba en una solución basada en su propio conocimiento, Dios intervino con una mejor opción. El divorcio habría sido injusto y les habría hecho daño dejando a María sola para lidiar con la llegada de este niño.
Así en nuestra vida podremos estar enfrentando crisis o desorientación y se nos ocurren soluciones imperfectas. Necesitamos la intervención de Dios para que nos oriente por el camino correcto. Como José, debemos ser sensibles y estar atentos a la voz de Dios.
Oración: Quiero estar abierto y sensible a tu voz, Señor. Que mis propias ideas no sean un estorbo. Permite que pueda reconocer la diferencia entre mis ideas y Tu voz para que mis decisiones sean guiadas por tu Espíritu.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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