sábado, 22 de agosto de 2020

Producir frutos

Mateo 3:5-10

Había gente que estaba acostumbrada a cumplir los requisitos externos de la ley. Cuando escuchan a Juan hablar sobre el arrepentimiento corrían el peligro de considerar el arrepentimiento como una ley más para cumplir. Hoy nos puede pasar lo mismo. Si sólo cumplimos la formalidad del arrepentimiento (llorar y lamentar nuestro pecado, pedir perdón) sin cambios reales de vida, ese arrepentimiento deja de ser real y nos engañamos a nosotros mismos.

Dar fruto es mostrar evidencias concretas. Una persona arrepentida muestra con su manera de vivir que se ha vuelto al Señor; que abandona la vida errada en la que estaba y comienza a vivir una vida agradable a Dios. Es posible que el cambio no sea de la noche a la mañana generalmente consiste en un proceso paulatino, pero debe existir este proceso de transformación real en nuestra vida. 

Para seguir al Señor debemos desaprender la vida pecaminosa a la que nos acostumbramos. Tenemos que avanzar. No debemos quedarnos estancados en nuestros errores del pasado.

Oración: Gracias Dios por tu perdón. Ayúdame a vivir un arrepentimiento sincero que involucre toda mi vida. Quiero dejar atrás los errores del pasado y vivir una vida nueva de obediencia y crecimiento. Quiero honrar tu nombre con mi manera de vivir. 

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

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