viernes, 27 de noviembre de 2020

Sembrar

Mateo 13: 1-8, 18-23

Cuando uno comparte el mensaje del reino de Dios, es como un sembrador, y la semilla es esa palabra de Dios que uno comparte. Aunque la semilla tiene un gran potencial para generar mucho fruto y reproducirse, el resultado dependerá también del terreno en que la semilla caiga. Los terrenos representan el tipo de personas que reciben el mensaje.

Algunos por no entender, lo pierden rápidamente y no logran beneficiarse del mensaje. Otros lo reciben con alegría pero por no tomar una decisión profunda, ante las dificultades prefieren apartarse. Otros después de recibir el mensaje dejan que las preocupaciones de la vida distraigan su atención y ahogan su vida espiritual. Pero, también están aquellos que reciben el mensaje, lo entienden y llevan fruto multiplicando su bendición hasta 30 a 100 veces más.

Por eso cuando comparto el mensaje de Jesús con alguien, no debo desanimarme cuando algunos no aprovechan el mensaje de Dios. Porque aunque algunos vuelvan atrás, habrá otros que saldrán grandemente beneficiados por la siembra que he hecho y la alegría resultante será mucho mayor que la tristeza por aquellos que despreciaron el mensaje.

Oración: Gracias Señor porque puedo ser un instrumento para sembrar tu palabra en el corazón de las personas. Ayúdame a no cansarme de hacer el bien. Quiero sembrar con la esperanza de alcanzar a aquellos que la van a aprovechar y verán sus vidas transformadas.



Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

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