miércoles, 18 de noviembre de 2020

Milagro y arrepentimiento

Mateo 11:20-24

Tanto en días de Jesús como hoy, los milagros no necesariamente transforman a las personas. Después de ser testigo de un milagro de Dios todavía queda un paso más para alcanzar la transformación, y es ¡decidir poner mi confianza en Dios! ¡Eso sí es transformador! Aún después de haber experimentado de cerca el poder de Dios produciendo un milagro, tengo la libertad de decidir no obedecerle, no seguirle, no hacer lo que Dios quiere. Entonces mi vida seguirá igual que antes, sin cambios significativos, a pesar de que Dios nos ha mostrado su poder.

Poner mi fe en Jesús es el primer paso a una vida de transformación caracterizada por el arrepentimiento. Esto es, el proceso de desaprender lo malo e incorporar lo bueno teniendo como modelo a Jesús.

La presencia de un milagro en mi vida no es señal de fe o de espiritualidad. El milagro sólo muestra la acción de Dios. El arrepentimiento, sin embargo, muestra mi respuesta al acercamiento de Dios. El arrepentimiento es abrirle las puertas de mi vida a Dios para permitirle que trabaje y me cambie.

Oración: Te entrego mi vida para que obres. Ayúdame a arrepentirme cada vez que me muestras las actitudes malas que tengo. Gracias porque me estás transformando. Contigo puedo crecer de una forma que no podría por mi mismo/a.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin




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