Mateo 12:32-37
Uy! se me escapó...! Dijo alguien después de un insulto. Y pensándolo bien... Si se escapó es porque estaba dentro. Jesús nos dice que hablamos de aquello que está lleno nuestro corazón. O sea que más que cuidarnos de escoger las palabras que decimos, deberíamos llenar nuestro corazón y nuestra mente de pensamientos saludables.
Así como un buen árbol da buenos frutos y un mal árbol da malos frutos, lo que tengo en mi interioridad se evidenciará en lo que digo, No puedo alimentar mi mente con basura y luego pretender tener una mente y un comportamiento saludables.
Mi mente se alimenta de lo que leo, lo que hago, las películas y vídeos que consumo, de lo que escucho, de las conversaciones en que me involucro, de lo que medito cuando estoy solo y de lo que digo al orar.
El asunto se resume en si estoy con Jesús o estoy en su contra. Estoy construyendo para Su reino o estoy destruyendo (Mateo 12:30). Esto tiene que ver con cómo alimento mi mente y se comprueba en mis acciones y palabras.
Oración: Límpiame de todo lo malo que consumí hasta hoy, ayúdame a cambiar. Ayudame a alimentar mi mente en forma apropiada. Quiero ser alguien que construye, edifica y bendice a otros. Te amo Señor.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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