Mateo 10:1-10
Después de ver la necesidad de obreros en las multitudes, Jesús empodera a jóvenes discípulos y los envía en Su misión hacia las aldeas. Ya no haría su obra solamente en forma directa y personal, sino también a través de esta red de obreros para así alcanzar a toda la nación de Israel.
Debían anunciar la llegada del Reino de Dios, sanar a los enfermos, resucitar muertos y expulsar demonios, reproduciendo lo que Jesús estaba haciendo. Debían enfocarse en una sola etnia, no llevar sustento extra, ni ropa extra confiando de que recibirían sustento y abrigo mientras hacían la obra.
Debo aprender a delegar funciones y autoridad en las personas a quienes estoy enseñando para multiplicar la capacidad de alcance de la obra de Dios. Debo confiar en que Dios les dará el poder para realizar la obra y que les va a proveer lo que necesiten para sobrevivir. Si hay algo que hago bien, debo pensar en multiplicarme en otros, no quedar yo solo con la responsabilidad que tengo. Necesito preparar a otros para que cuando el momento llegue, estén listos para reemplazarme o iniciar trabajos nuevos.
Podemos imitar la estrategia de Jesús de enfocarnos en un grupo étnico o social. Esto evita la dispersión de esfuerzos y aumenta nuestra efectividad.
Si todos multiplicamos la obra como lo hizo Jesús, más rápidamente alcanzaremos a las multitudes desamparadas.
Oración: Ayúdame a empoderar a otros para multiplicar la obra que hiciste en mí. Que todo lo que he aprendido lo pueda transmitir a otros para que podamos multiplicarnos y alcanzar a muchos más con tu mensaje transformador... para que nadie se pierda.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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