Mateo 9:14-17
Los fariseos ayunaban por costumbre en forma habitual. Jesús reclama el ayuno como una experiencia especial para tiempos difíciles y de búsqueda. Jesús compara Su presencia entre sus discípulos con una fiesta de bodas. Un tiempo alegre y festivo en el cual el ayuno hubiera sido inapropiado.
Jesús personalmente usa el ayuno en momentos de decisión y lucha espiritual. Lo más importante del ayuno de Jesús en el desierto no fue la duración de 40 días, sino el hecho de que venció las tentaciones y se preparó para el resto de su ministerio.
Algunos ayunan para poder decir -ya cumplí-, -ya ayuné-, como si tuviera valor en si mismo. El ayuno es una herramienta, no es un fin en si mismo. Ayunar me ayuda a concentrarme mejor en la oración. La comida se hace menos importante y Dios recibe toda mi atención. El ayuno es un buen ingrediente para mis tiempos de oración más intensos: tiempos de búsqueda, de discernimiento o de conflicto espiritual.
Oración: Gracias por darme la herramienta del ayuno. Ayúdame a utilizarla apropiadamente para mi desarrollo personal, para la bendición de otros y para la extensión de tu reino.
Siguiendo al maestro.
Por Daniel Martin
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