jueves, 25 de junio de 2020

¿Quién te crees tú?

Juan 8:48-59

Después de que los judíos vieron los milagros de Jesús y comprendieron la sabiduría y autoridad de sus enseñanzas, ahora escuchan lo que Jesús dice de su identidad y esto les parece difícil de digerir. Tanto que comiezan a insultarle diciendo que era samaritano y endemoniado. Y hasta querían apedrearlo.

Cuándo Jesús se considera contemporáneo de Abraham (eterno) les parece una locura. Que Jesús diga que el que obedece Su palabra nunca morirá (Todopoderoso y Salvador) les parece arrogante. Jesús les replica que Él no necesita buscar su propia gloria. Dios Padre es el que lo glorifica.

Hay evidencias claras y concretas de la deidad mostrada en el poder de Dios, su sabiduría, su autoridad, su creatividad en la naturaleza y su superioridad de pensamiento. Sobre esas evidencias basamos nuestra fe. Pero, hay otros asuntos derivados de ellos que necesitamos aceptarlos por fe porque por nuestras limitaciones físicas, temporales y científicas no las podemos comprobar.

Oración: Creo en ti Señor. Tú eres todo para mi. Las evidencias disponibles son más que suficientes para respaldar mi fe. Ayúdame a transmitir esta verdad a otros.

Siguiendo al maestro
Por Daniel Martin

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