martes, 2 de junio de 2020

Hablando con una mujer

Juan 4:27-34

"Mujer" y "samaritana" eran las dos etiquetas que mostraban los prejuicios de los discípulos de Jesús. Ellos se sorprenden de que Jesús hablara con ella. El escritor Juan ni siquiera sabe su nombre sólo la identifica con estas dos etiquetas que tenía de ella.
Para Jesús esas barreras no eran un problema y siembra un mensaje poderoso de aceptación y transformación en su corazón. Esto la motivó a ir a su pueblo e invitar a la gente a conocer a Jesús resultando en la salvación de muchas personas de ese lugar.
Esta misión era tan importante para Jesús que cuando sus discípulos le insisten en que coma, Él dice: mi alimento es hacer la voluntad del que me envió.
Para Jesús las barreras sociales no eran un problema. El sembró una aceptación que no era reconocida hacia la mujer, incluso cuando en ese tiempo la mujer no tenia un papel importante en la sociedad. Jesús nunca hizo diferencia ante ellas.

Oración: Tú eres mi Dios. Quiero que ese amor hacia los perdidos sea tan importante para mi como lo es para ti. Contágiame de esa pasión de tu corazón. Quiero sembrar Tu Palabra en el corazón de las personas.

En ese momento llegaron los discípulos de Jesús, y se extrañaron de ver que hablaba con una mujer. Pero ninguno se atrevió a preguntarle qué quería, o de qué conversaba con ella.
JUAN 4:27 NVI

Siguiendo al maestro
Por Daniel Martin
Reflexiones diarias siguiendo los pasos de Jesús en los evangelios y su aplicación a nuestra realidad

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