Juan 7:1-13
En Judea había judíos que querían matar a Jesús. Algunos decían que era una buena persona, otros que engañaba a la gente. Sus hermanos de sangre no creían en él. Santiago, su hermano de parte de madre, sólo creyó en Jesús después de la resurrección.
Para poder ir a una fiesta de los judíos en Jerusalén, tuvo que ir secretamente para no llamar la atención.
Si nuestro maestro tuvo que enfrentar esas actitudes de la gente, por qué no nosotros. Si Jesús no se desanimó con esta situación, nosotros tampoco deberíamos. No podemos esperar que todo esté a nuestro favor.
Debemos conformarnos con hacer la voluntad del Padre, aunque eso signifique no tener el apoyo de la gente.
Oración: Dame fuerzas, Señor, para estar firme aún cuándo tenga que enfrentar ambivalencia de la gente. Quiero hacer Tu voluntad. Ayúdame a discernirla. Muéstrame lo que Tú quieres para este tiempo.
Siguiendo al maestro
Por Daniel Martin
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