Al creer y recibir a Jesús en nosotros, experimentamos un nuevo nacimiento, un nuevo comienzo, llegamos a ser "nacidos de Dios". Nacemos a una nueva vida, la vida de Jesús en nosotros.
Jesús se encargó de pagar el precio de nuestra redención. Él consiguió nuestra justificación. Nuestra parte es ponernos de acuerdo con Él y aceptar su sacrificio por nosotros. Eso nos transforma. Nos hace nuevas personas. Podemos vivir una vida diferente, renovada y con propósito.
Oración: Gracias padre Dios por adoptarme en tu familia. Para siempre estaré agradecido por este privilegio que no merezco. Quiero vivir de una manera digna de un hijo de Dios.
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