Sobre el Salmo 84
Praying Hands by Albrecht Dürer. |
Estar en la casa de Dios es un privilegio y un misterio. ¿Puedo estar en la misma casa que Dios? Cuando este salmo se escribió se tenía en mente la estructura del tabernáculo o el templo de Jerusalén. En la misma casa podían entrar los seres humanos y Dios, pero la presencia inmediata de Dios se mantenía separada en el lugar santísimo separado del resto por una gran cortina. El pecado humano es lo que nos separa del Dios santo y sin pecado. Cuando Jesús murió en la cruz, la cortina que separaba del lugar santísimo se rompió en dos de arriba a abajo, simbolizando la apertura del acceso para el ser humano a la presencia inmediata de Dios mediante la sangre de Jesús. Jesús hizo posible que podamos acceder directamente a la presencia de Dios y ahora si recibes a Jesús en tu vida, te conviertes en un templo donde el Espíritu Santo se digna en habitar. Somos templos del Espíritu Santo. Ahora podemos estar en la casa de Dios continuamente. Ya no necesitamos estar en un edificio, templo o santuario especial para acceder a la presencia de Dios. La presencia de Dios habita en nosotros. Así que donde quiera que vayamos llevamos con nosotros la presencia de Dios.
¡Cuán hermoso es tu santuario,
Señor todopoderoso!
2 ¡Con qué ansia y fervor
deseo estar en los atrios de tu templo!
¡Con todo el corazón
canto alegre al Dios de la vida!
Señor todopoderoso!
2 ¡Con qué ansia y fervor
deseo estar en los atrios de tu templo!
¡Con todo el corazón
canto alegre al Dios de la vida!
3 Aun el gorrión y la golondrina
hallan lugar en tus altares
donde hacerles nido a sus polluelos,
oh Señor todopoderoso,
Rey mío y Dios mío.
hallan lugar en tus altares
donde hacerles nido a sus polluelos,
oh Señor todopoderoso,
Rey mío y Dios mío.
4 ¡Felices los que viven en tu templo
y te alaban sin cesar!
5 ¡Felices los que en ti encuentran ayuda,
los que desean peregrinar hasta tu monte!
6 Cuando pasen por el valle de las Lágrimas
lo convertirán en manantial,
y aun la lluvia lo llenará de bendiciones;
7 irán sus fuerzas en aumento,
y en Sión verán al Dios supremo.
y te alaban sin cesar!
5 ¡Felices los que en ti encuentran ayuda,
los que desean peregrinar hasta tu monte!
6 Cuando pasen por el valle de las Lágrimas
lo convertirán en manantial,
y aun la lluvia lo llenará de bendiciones;
7 irán sus fuerzas en aumento,
y en Sión verán al Dios supremo.
8 Señor, Dios todopoderoso,
Dios de Jacob,
¡escucha mi oración!
9 Mira, oh Dios, con buenos ojos
a aquel que es nuestro escudo,
a quien tú has escogido como rey.
Dios de Jacob,
¡escucha mi oración!
9 Mira, oh Dios, con buenos ojos
a aquel que es nuestro escudo,
a quien tú has escogido como rey.
10 ¡Más vale estar un día en tus atrios,
que mil fuera de ellos!
Prefiero ser portero del templo de mi Dios,
que vivir en lugares de maldad.
11 Porque Dios el Señor nos alumbra y nos protege;
el Señor ama y honra a los que viven sin tacha,
y nada bueno les niega.
que mil fuera de ellos!
Prefiero ser portero del templo de mi Dios,
que vivir en lugares de maldad.
11 Porque Dios el Señor nos alumbra y nos protege;
el Señor ama y honra a los que viven sin tacha,
y nada bueno les niega.
12 Señor todopoderoso,
¡felices los que en ti confían!*
¡felices los que en ti confían!*
Oración: Te recibo Jesús en mi vida. Ven a habitar en mi corazón. Conviérteme en un templo sagrado donde tu presencia habite para siempre. Que tu luz me alumbre y alumbre a otros a través de mi.
*Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
No hay comentarios:
Publicar un comentario