Madre y hermanos

Marcos 3:31-35

Los hermanos de Jesús y su madre querían acercarse a Él y no podían por la multitud que le rodeaba. Así que lo mandaron a llamar. Jesús aprovechó para enseñar a todos los que lo rodeaban que ellos también eran sus hermanos, sus hermanas y su madre, si hacen la voluntad de Dios.

Jesús no privilegia sus relaciones de sangre. Nos muestra que todos podemos ser parte de Su familia. Queda claro aquí que lo que nos define como familia de Dios es que hacemos Su voluntad.

No hay privilegio mayor que ser aceptado en la familia de Dios. Jesús hizo eso posible para mi (Juan 1:12). Él me acepta así como soy, pero me ama demasiado como para dejarme en mi estado de error. Cuando conozco a Jesús y le sigo, comienzo a hacer Su voluntad. Al obedecerle mostramos que amamos a Dios (Juan 14:23).

Oración: Gracias por amarme tanto y hacerme parte de tu familia. Quiero amarte cada día haciendo Tu voluntad.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Rechazo

Marcos 3:20-30

Las multitudes seguían a Jesús y se aglomeraban tanto alrededor de Él y sus discípulos que ni siquiera los dejaban comer. Los familiares de Jesús creían que estaba fuera de si.

Los maestros de las ley decían que estaba expulsando demonios por un poder satánico. Jesús razona con ellos diciendo que si Satanás expulsa a Satanás estaría destruyéndose a si mismo. Atribuir a Satanás, una obra de Dios es un error grave.

Cuando estamos sirviendo en la misión de Dios, puede haber personas que hablen mal de nuestro estado mental, y aún puede haber otros que hasta nos cataloguen de demoníacos. Si lo hicieron con Jesús, ¿por qué pensar que no nos ocurrirá a nosotros?

Cuando el reino de Dios avanza y alcanza a más personas, hay muchos que son impactados, crecen, experimentan transformación y salud, esto hace que sean muy felices y estén agradecidos. Pero al mismo tiempo habrá otros de los cuales podremos experimentar diferentes formas de rechazo, así como Jesús.

Necesito aprender a seguir hacia adelante, lidiando con el rechazo de manera saludable, sin que esto me haga perder de vista las alegrías y victorias de la vida.

Oración: Gracias por tu ejemplo, Jesús. Dame fuerzas para lidiar con el rechazo de manera constructiva y no perder de vista las alegrías y victorias que me das. Quiero seguir tus pisadas.

Siguiendo a Jesús.

Por Daniel Martin

Delegar

Marcos 3:7-19

Jesús comienza a experimentar el asedio de los necesitados y la presión de la multitud que quería oír de Él. Así que nombra a doce discípulos para que lo acompañaran, para enviarlos a predicar y ejerzan autoridad para expulsar demonios.

Al delegar funciones y autoridad, la obra de Jesús se multiplica y logra alcanzar a muchas más personas, aunque entre los colaboradores haya habido algunas personas deshonestas como Judas o inmaduras como otros apóstoles. Nuestras limitaciones personales físicas, de capacidad y de tiempo pueden ser superadas al delegar funciones y responsabilidad en otros trabajando como un cuerpo.

La obra del reino de Dios es tan grande, variada y de tan rápido crecimiento, que no podemos ni debemos tratar de abarcar y controlar todo personalmente. Estamos involucrados en algo mucho más grande que nosotros. Necesitamos reconocer nuestras limitaciones personales, delegar autoridad y responsabilidad en los demás y colaborar en red para el avance del reino de Dios aún más allá de lo que pueda alcanzar personalmente.

Oración: Gracias Dios por la obra que Tú desarrollas en las personas. Que tu reino crezca y muchos sean alcanzados. Quiero ser un instrumento tuyo que colabora en esta red de bendición a la humanidad.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

¿Está permitido hacer el bien?

Marcos 3:1-6

Parece una pregunta innecesaria y de respuesta obvia. Con ella Jesús hace un llamado al sentido común, pero los religiosos legalistas no toman consciencia. Llegaron al punto ridículo de creer que cumplir una ley era más importante que hacer el bien a alguien. Jesús se enojó y se entristeció por cuánto habían endurecido su corazón.

Dios ama a los seres humanos. Y todo lo que hace, incluidas las leyes, son para nuestro bien. Obedecer la palabra de Dios es algo bueno y no debe usarse, ni siquiera un buen mandamiento, como excusa para no hacer el bien a alguien.

Debo imitar a Jesús en el amor y compasión que Él tiene hacia las personas. Necesito evitar la trampas del cumplimiento legalista de la Escritura y mantenerme sensible a la voz del Espíritu de Dios. Quiero ser un instrumento para alcanzar el bien de los demás.

Oración: Líbrame de practicar la fe como algo que sólo me sirva a mí personalmente. Quiero ser misericordioso y estar siempre dispuesto a ayudar a otros y hacer el bien como tú.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Descanso

Marcos 2:23-28

Dios había establecido un día de reposo a la semana para descansar. Pero, En vez de utilizar el descanso para el beneficio de las personas, los legalistas usaban este mandato como una ley más para cumplir, en forma esclavizante. Jesús les muestra que el día de reposo fue hecho para beneficio del hombre y no el hombre para el día de reposo.

Aún las cosas buenas, como el descanso, pueden convertirse en ídolos que nos esclavizan. Jesús es Señor aún del día de reposo. Su nombre está por encima de cualquier otra cosa. Su nombre está sobre todo nombre. Él tiene toda autoridad.

El descanso es una herramienta que me da Dios para la reparación de mis energías físicas, mentales, espirituales... Debo aprender a descansar y relajarme, y no obsesionarme con "cumplir la regla del descanso". Dios ES nuestro descanso y nuestra paz, por eso el descanso incluye aprender a no preocuparme, a confiar en Dios y adorarle. El descanso es para nuestro bien, no es una carga más para esclavizarnos.

Oración: Gracias por proveer herramientas para mi salud. Ayúdame a aprovecharlas sin hacerme esclavo de reglas. Ayúdame a relajarme y descansar, no solo físicamente, sino también mental y espiritualmente como un pequeño niño que se acurruca en tu mano de amor.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

Ajustados

Marcos 2:18-22

Los fariseos y los discípulos de Juan proponían el ayuno como una rutina religiosa desconectada de la realidad. Sería como festejar en un funeral o entristecerse en una celebración. Jesús nos muestra que si me entristezco en una situación de alegría estoy produciendo desconexión y ruptura como lo haría un remiendo nuevo en vestido viejo o vino nuevo en contenedores de cuero viejos. Es importante ajustarme a la realidad en que vivo aún cuando tengo mi mirada enfocada en lo eterno.

Hay situaciones tristes en las que lo mejor que puedo hacer es llorar con el que llora, aunque vivo con esperanza. Hay situaciones en las que alegrarme con el que le va bien, es un acto de amor y humildad identificándome con la alegría del otro, especialmente si a mi no me va tan bien.

Conocer a Dios y tener la esperanza del cielo no es una excusa válida para ignorar el sufrimiento propio o el de otros. Las disciplinas espirituales como ayunar, orar y llorar por los que sufren son buenas, pero no me deben impedir ver y participar de las ocasiones de alegría y diversión.

Oración: Ayúdame a no tener una mirada tan sombría que no me deje ver las alegrías y triunfos. También, ayúdame a no aislarme en una nube de positivismo que me impida ver las cosas que no están bien. Quiero tener mi mirada en en el más allá y los pies en la tierra. Gracias Señor por mostrarme equilibrio y salud.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin

No he venido a los justos

Marcos 2:13-17

La razón por la que Dios se acerca a nosotros es nuestra condición caída y corrupta. Dios no se acerca a nosotros porque seamos justos o santos o porque lo merezcamos. Es nuestro estado de necesidad lo que atrae el corazón de Dios. Nuestra condición quebrantada lo motiva a venir a esta tierra y morir en nuestro lugar.

Aunque mi vida haya mejorado y haya aprendido a vivir de manera santa, no debo pensar que por eso merezco el amor de Dios. Dios ya me amó antes, cuando todavía estaba lejos de Él y cuando mi comportamiento era malo.

Por eso mi amor a los demás no debe estar motivado por el grado de justicia que muestren, sino por su valor como personas, porque son imagen de Dios, porque Dios los ama. Debo imitar a Jesús y no juntarme sólo con personas justas, sino con todo tipo de personas. Si Dios me amó cuando yo estaba mal, yo también debo amar a los demás cualquiera sea su condición.

Oración: Gracias por amarme aún cuando estaba en mal camino. Ayúdame a amar así a todos para que todos te conozcan. Dame la sensibilidad necesaria para acercarme al que todavía no te conoce.

Siguiendo al maestro.

Por Daniel Martin