La falta de perdón es
"castigarse a uno mismo por algo que otro hizo."
El perdón no es un sentimiento, sino una elección. El
deseo de perdonar puede o no estar presente, lo que es importante es que decidas
perdonar. Los sentimientos se adaptan a las circunstancias. Si decides perdonar,
los sentimientos van a adaptarse a eso. La decisión de perdonar es como una
llave. No importa cuán grande sea la puerta, si tienes la llave, podrás abrirla.
El perdón es posible. Nosotros perdonamos porque fuimos perdonados por
Dios.
Emmanuel Mutangana de Ruanda cuenta que cuando tenía 12
años de edad y lo llamaron de la escuela porque su padre había sido asesinado.
Al ver a sus hermanitos y su madre llorando, decidió no llorar, y no lo hizo. Él
sólo se concentró en vivir para vengar la muerte de su padre. No se reía
tampoco. Él bloqueó sus emociones. Pero la música le ayudó a llegar a conocer
acerca de Dios y de su amor y finalmente, decidió perdonar. Dice: "Fui liberado
del peso de la tristeza, de la amargura y de la ira cuando perdoné.
¿Cuándo
perdonar?
1. ¿Cuándo sienta ganas de
perdonar? Corrie Ten Boom dice "Tú no puedes. Yo tampoco puedo.
Pero, Jesús en nosotros puede”. Tú tomas la decisión de perdonar y Dios te dará
las fuerzas. Mira el video donde Corrie cuenta esta experiencia:
2. ¿Cuándo el agresor se
arrepienta? ¿O cuándo le pida
perdón?
Jesús perdonó a sus verdugos antes de que le pidieran
perdón. ¡Ni siquiera se arrepintieron! " ... Perdónalos, porque no saben lo que
hacen", dijo. Eran adultos, ellos sabían lo que estaban haciendo. Hasta podrían
haberse dado cuenta de su inocencia (como lo hizo Pilato). Pero, Jesús vio sus
corazones y vio que no entendían la magnitud del error que estaban cometiendo.
Tenemos que tener esa actitud. Ver al agresor como "un ignorante" (como
alguien que no entiende la magnitud del daño que él o ella está
haciendo).
El perdón no es algo pasivo. No espera a la otra persona
para que actúe. Da el primer paso.
¿Qué nos impide perdonar
?
Nuestro orgullo. Nuestro dolor emocional. Estamos
heridos y queremos que la otra persona pague por lo que él/ella hizo. Tenemos
miedo de ser mal interpretados cuando perdonamos, que crean que estamos
justificando el mal comportamiento, o que estamos renunciando a nuestros
derechos, o que carecemos de autoestima, o de fuerza para
defendernos.
¿Cómo
perdonar?
1 . Primero toma la decisión. Perdóna en tu corazón. Y
cada vez, que el recuerdo del dolor regrese, di: "ya está perdonado"
hasta que el dolor se haga cada vez más débil.
2 . Ora por el agresor. Jesús dijo : "Orad por los que
os persiguen". Ora y desea cosas buenas para esa persona.
3 . Entonces, si es posible, muestra amor y compasión
por la persona que te hirió. Tú no te sometes al agresor, no estás justificando
su violencia o su falta de atención, sólo decides no devolver el
mal.
La falta de perdón es como las amarras de un barco que
no lo deja zarpar. Ahora, como un barco que suelta sus amarras y navega por la
vida, comienza a disfrutar de la libertad y la paz que el perdón te da. Tú eres
el primer beneficiario de tu perdón.
Daniel Martin
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