AMOR
Cuando se habla de amor en una relación
romántica la mayoría de la gente piensa en la atracción entre dos individuos.
Pero el amor es más que una sensación o una reacción química entre dos cuerpos.
Es una actitud en la vida que se caracteriza por una disposición a dar. Está
enriquecido por las decisiones cotidianas para amar de nuevo y se apaga cuando
se deja de cultivar actos de bondad para con el otro. El amor no es algo que
nos pasa, “amar” es un verbo, es acción, es algo que hacemos.
El amor es aplicable a una relación
romántica, pero también puede aplicarse a la familia, amigos, colegas y vecinos
. Cada vez que dejamos de lado nuestro ego, nuestro interés personal y prestamos
atención a la necesidad de la otra persona, estamos amando. Para dar
preferencia a alguien fuera de ti mismo, debes poder ver la importancia, la
dignidad y el valor de los demás.
Incluso en una relación romántica y sexual, se
supone que procures la satisfacción de la persona que amas, no la tuya propia.
Si tú te centras solamente en tu propia satisfacción, eso sería sexo egoísta,
pero no amor. Y el amor es lo que une a las personas, no el sexo.
Los matrimonios no duran cuando te casas
para ser feliz. Si estás buscando tu propia felicidad no pienses en el
matrimonio. El matrimonio es trabajo duro. El matrimonio requiere que hagas
feliz a alguien, no sólo que tú seas feliz. Si tu motivación para casarte es
egoísta, tu matrimonio no va a funcionar. Pero si realmente amas, hay
esperanza. Y sí, finalmente tú serás feliz también.
Cupido no representa el amor. Sólo
representa la pasión inicial y la atracción entre dos personas. El amor
es más que eso. Dura más tiempo, toda tu vida, si lo cultivas cada día.
En la Biblia, Jesús es presentado como la
máxima expresión de amor: Él dio su vida por nuestra redención. Se preocupó por
nosotros. Se dio a sí mismo. Cuando amas, te entregas a los demás. Si te
entregas estás amando. Si solo pides, estás pensando en ti mismo. Cuando te
trasladas del círculo de tus propios intereses, hacia el interés y la necesidad de los demás,
estás empezando a amar.
Usemos este tiempo de San Valentín para ser
menos egoístas y más generosos. Seamos más amorosos.
Daniel Martin
¡Feliz día de San Valentín!